En la posguerra española surgieron platos de pura supervivencia, entre ellos los boquerones de secano: una hoja silvestre frita que imitaba al pescado y ayudó a llenar muchos platos en tiempos de hambre. Una historia gastronómica olvidada que merece recordarse.
La fusión de boquerón y anchoa se ha convertido en un clásico de las tapas españolas, a la cual se le llama matrimonio