La rúcula es una planta que encontramos comúnmente en el campo, pero que últimamente está comenzando a ser cultivada debido a su aumento de popularidad y que es un alimento claro en los estantes de los supermercados. Pide un suelo húmedo, aunque sin un riego excesivo, y crece con más rapidez en verano. La rúcula es una buena opción para las ensaladas, sustituyendo a la lechuga o a los canónigos por un sabor más fuerte.
Esta planta tiene >múltiples propiedades que la convierten en un gran aliado en nuestra dieta mediterránea. Posee niveles altos de vitamina A, lo cual ayuda a la visión y al sistema inmunitario, además de vitamina C, la cual es antioxidante. También tiene presencia en la rúcula la vitamina K, que ayuda a la coagulación de la sangre. Otros elementos que posee son calcio y potasio, necesarios para el cuerpo humano. Su nivel de calcio previene la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y reduce su dimensión.
La rúcula posee ácido fólico, el cual previene situaciones de anemia y es esencial para la formación de las células, y glucosinolato. El glucosinolato está compuesto por azufre, lo cual provoca el característico sabor amargo de la hierba. Previene tipos de cáncer como el de páncreas. Además, destaca su poco nivel de calorías.
Esta hierba puede formar parte de una cena sencilla en tu día a día, pero también es una buena elección para recetas más complejas si quieres realizar una cena con familiares y amigos. En Italia es muy frecuente encontrarla en las pizzas, aunque en ensaladas es una hierba muy vistosa.
Una buena opción es una ensalada de rúcula, queso de cabra y nueces. Puedes juntar estos tres ingredientes para realizar una composición con sabores fuertes, y que queda bien en cenas y comidas otoñales. Se puede aliñar con una vinagreta hecha a mano a base de miel y vinagre de Módena.
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En pizzas, es común verla en una sencilla pizza de prosciutto y queso parmesano. Con una base en la masa de salsa de tomate, el jamón y el queso se colocan después del horneado, dándole un toque fresco al tradicional plato italiano. La rúcula le aporta un contraste distinto con su amargor y picante.
Además, es una hierba que puedes usar en tus hamburguesas, bocadillos o tostas. Es un sustituto original para platos que suelen ser comunes, además de una fuente de propiedades, ya hemos dicho anteriormente, muy beneficiosas para nuestra salud. Sumando su fácil cultivo, la rúcula se convierte en un vecino necesario al que visitar en nuestras cocinas.