Su punto de congelación es 0 grados y el de ebullición es de 100. Es incolora y no tiene ni sabor ni olor. La respuesta a esta adivinanza es el agua. Hoy 22 de marzo, Día mundial del agua, te traemos algunas de sus propiedades más importantes. Además, respondemos a una de las preguntas más formuladas en materia de salud: ¿Cuánta agua debo tomar al día?
Propiedades del agua para la salud
Todos sabemos que hay que tomar agua y que es buena para la salud. Sin embargo, a veces no nos damos cuenta de hasta qué punto es importante para nosotros. Somos 70% agua y beber agua nos ayuda a eliminar toxinas y adquirir sales minerales.
El agua nos ayuda con el dolor de cabeza y con las migrañas, pues una de las causas principales de esto es la deshidratación. También ayuda con la digestión, aliviando el estreñimiento. Por otro lado, el agua tiene mucho que ver con la salud de la piel, pues ayuda a reponer los tejidos y mejora su elasticidad, previniendo la aparición arrugas. Además, también reduce la fatiga, pues, al favorecer la liberación de toxinas, esta tarea no la tienen que realizar otros órganos del cuerpo.
De igual manera, beber la cantidad adecuada de agua ayuda a prevenir la aparición de enfermedades. Son varios los estudios que confirman que el agua reduce el riesgo de aparición de cáncer de vejiga y colon, además de prevenir las enfermedades cardiovasculares. A esto hay que añadirle que estar bien hidratado mejora el sistema inmunológico, el cual nos sirve para combatir enfermedades.
La cantidad adecuada de agua
Parece que beber agua es siempre bueno y nunca es demasiada agua. Se trata de una creencia que se ha repetido muchas veces pero que no es del todo cierta. De hecho, un exceso de hidratación puede llegar a ser muy perjudicial según estudios recientes.
Algo muy repetido es que se debe beber al menos 2 litros de agua diariamente. Se trata de una recomendación genérica de la OMS, pero que, según afirman muchos expertos, no tiene base científica. Según estos, es el propio cuerpo el que demanda el consumo de agua. La sed es un indicativo más, al igual que el cansancio, por lo que la recomendación de muchos es beber cuando tienes sed.
Además, un exceso de agua puede hacer que los riñones trabajen más de lo necesario, pudiendo a la larga ser perjudicial. También, en el caso de las competiciones deportivas, un exceso de hidratación puede conllevar una bajada de sodio en el cuerpo que, en casos extremos, puede tener consecuencias muy graves, incluso mortales.