El pasado 21 de mayo se celebraba el Día del Té, bebida que forma parte de la cultura de muchos países y es una de las más consumidas del mundo. Hacemos un pequeño repaso por sus orígenes, las costumbres que se han formado a su alrededor y los beneficios que podemos recibir de él.
El té tiene distintas historias y leyendas acerca de cómo surgió, pero la que más resuena es la del emperador Shen Nung de China. Hirviendo el agua, una hoja cayó y le aportó un sabor y frescor que al gobernante le encantó. En Asia, es un elemento cultural muy importante. Dentro de Japón, por ejemplo, existe la ceremonia del té, en la que se sirve matcha o té verde. Consiste en uno de los actos tradicionales más importantes del país.
Sin embargo, en muchas ocasiones lo que ocurre cuando pensamos en este preciado líquido es en Reino Unido. Allí, el té se bebe a todas horas y, aunque el Afternoon Tea ha caído en el desuso, sigue siendo una atracción más para los visitantes y todos aquellos que quieran tomarse un descanso en la tarde.
Para encontrar el origen de esta tradición inglesa debemos remontarnos a muchos años más tarde. Los británicos comenzaron a beber té cuando el rey Carlos II se casó con Catalina de Braganza, procedente de Portugal. Este país fue el primero en traer el té a Europa, debido a que lo importaron de los terrenos administrados en Asia, como Macao. Catalina lo tomaba y, por lo tanto, la corte se adaptó a las costumbres de la reina consorte. Desde entonces, Inglaterra no dejó de tomar el té.
A pesar de convertirse pronto en un producto popular entre la nobleza – ya que era bastante caro – el Afternoon Tea no lo inició la reina, sino la duquesa de Bedford, Anna Maria Russell, con la intención de evitar el hambre en una época en la que se cenaba mucho más tarde en el país. El motivo del retraso de la última comida del día fue curioso: el inicio de la iluminación con gas. La duquesa comenzó a tomar té con aperitivos como pequeños pasteles. La idea le gustó tanto que empezó a invitar a más personas, comenzando la tradición entre las clases altas y que hoy en día sigue existiendo, aunque sea en menor medida.
La variedad más empleada en este festín es el té negro o el Earl Grey. Muchos restaurantes ofrecen toda una experiencia gastronómica con ello, y es frecuente encontrarte con que debes reservar antes de llegar. En los lugares donde el precio es más elevado, hay que ir vestido con un código elegante.
Los alimentos más frecuentes con los que se acompaña son los scones, los emparedados y las tartas. Como curiosidad, la reina Isabel II lo tomaba en gran cantidad de ocasiones con su postre favorito: una tarta de galletas Rich Tea y chocolate negro muy sencilla de realizar y que no necesita horno. Darren McGrady, su chef personal en Buckingham Palace, compartió la receta en su web.
Pero en el té, no todo es historia. Dentro de este elemento hay miles de propiedades de las que aprovecharse y que hay que tener en consideración. La característica principal es que es un producto lleno de antioxidantes, lo cual le hace muy beneficioso para prevenir enfermedades de tipo cardiovascular. Además, al tomarse con agua, fomenta la hidratación. También ayuda a las funciones digestivas y disminuye el nivel de azúcar en la sangre.
En definitiva, el té es un indispensable en la gastronomía mundial que, además de proporcionar sabor y estética a nuestras meriendas, sirve de remedio casero para la salud.
