Andalucía se compone de ocho completísimas provincias donde nace gran parte de ese arte español que caracteriza al país de cara al exterior. Tierra de olivos, de amalgama marítima y marinera, del movimiento más flamenco y de una gastronomía inigualable. Esta región española mantiene una tradición culinaria heredada de la época andalusí, mezclada con todo lo que trajo la conquista cristiana, la asentada comunidad romaní y todo lo que se crea de un crisol de historia y cultura.
Hoy te recordamos cuáles son los postres andaluces que no puedes dejar de probar.
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Postres andaluces con mucho arte
Los postres son la especialidad de la casa. Es una pena que no quepan en este artículo todos los que Andalucía se merece que sean nombrados, pero haremos nuestro mejor esfuerzo para poner algunos de los dulces insignia de la región.
¿Qué es Andalucía sin sus roscos fritos de naranja? Estos dulces son consumidos por todo andaluz que se precie, sobre todo entre los malagueños. Se trata de una masa de harina, aceite, azúcar, huevo y ralladura de naranja y limón en forma de rollo, frito en aceite de girasol y rebozados en azúcar. Una bomba dulce que, si mojas en un café, concede directamente el carnet de andaluz.
Aunque fuera de la región tal vez no son tan conocidas, las medias lunas de Almería son dignas de reconocimiento. Si eres fan del merengue, te merece ese viaje al sur. Pero si no puedes ir, que sepas que su elaboración es sencillísima, porque para el merengue tan solo necesitas claras de huevo batidas con un poco azúcar en polvo, que pondrás encima de pequeñas porciones de bizcocho tradicional de harina, azúcar y agua o leche.
De Almería a Granada hay un paso si de la cocina se habla. Allí te esperan los famosísimos piononos. Son pequeños pasteles borrachos enrollados y coronados con crema pastelera. Los piononos se elaboran desde el siglo IX y son de ascendencia andalusí, aunque se llaman así en honor a su mayor fanático: el papa Pío IX. Si te gusta este tipo de dulce muy dulce, no puedes dejar de probar las pezuñas de Huelva.
Ya en la orilla atlántica de Andalucía, en Cádiz, uno de los postres por excelencia son los gañotes. Unos dulces a medio camino entre un alijo de roscos fritos y unos buenos pestiños. Se utilizan cañas para prepararlos, de la forma más tradicional. Los gañotes son una masa preparada con azúcar, aceite de oliva, harina, ajonjolí, ralladura de limón, canela, almendras y matalahúva, enrollada en torno a un palo de caña para freírlos. Si eres dulzón, bañarlos en miel puede ser tu mejor baza.
Acabaremos con ese postre andaluz por excelencia que preparan todas y cada una de las abuelas andaluzas en Semana Santa o cuando les sobra un poco de pan del almuerzo: la poleá. Es una receta de aprovechamiento de las de toda la vida que se compone básicamente de unas gachas dulces hechas con una base de harina, leche, canela, limón, azúcar y anís, con costrones de pan frito escondidos entre esa poleá.
Tampoco se pueden olvidar los mantecaos, el tocino de cielo, el pastel cordobés, las cuñas de chocolate o el pan de Cádiz, entre todo el patrimonio dulce que tiene Andalucía.