El terruño del vino habla en cada copa

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Patricia Donoso
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viñedos

La producción y consumo del vino están profundamente vinculados con la historia, el clima y la pasión de quienes lo cultivan y aprecian. El terruño o Terruá es clave en la calidad del vino, y son tres elementos que influyen significativamente en el sabor, contenido de azúcar y las características del vino. suelo, clima y mano de obra.

Tipos de suelo

1. Suelo arcilloso: Retiene bien la humedad, lo que da lugar a uvas con mayor contenido de azúcar y vinos más estructurados y ricos, con taninos marcados.

2. Suelo calcáreo: Favorece el drenaje y refleja calor, produciendo vinos con buena acidez y frescura. Los vinos suelen ser elegantes y bien equilibrados.

3. Suelo arenoso: Drena rápidamente, lo que genera uvas menos acuosas y vinos más ligeros, suaves y con menor contenido de taninos.

4. Suelo volcánico: Rico en minerales, aporta vinos complejos y con un toque salino o terroso.

5. Suelo de grava: Se calienta rápidamente, permitiendo una maduración uniforme. Da vinos con buena estructura, taninos firmes y sabores intensos.

Clima

El clima que afecta directamente el crecimiento de la vid, la maduración de la uva y el perfil final del vino.

1. Clima cálido: Las regiones cálidas permiten una maduración más rápida, lo que genera uvas con mayor contenido de azúcar, resultando en vinos con más cuerpo, mayor grado alcohólico y sabores afrutados intensos.

2. Clima frío: Las uvas maduran más lentamente, preservando la acidez y desarrollando sabores más sutiles y elegantes. Los vinos suelen tener menor grado alcohólico, una mayor frescura y notas más herbáceas o florales.

3. Clima continental: Con inviernos fríos y veranos cálidos, ofrece vinos con un equilibrio entre acidez y azúcar. Las variaciones extremas entre el día y la noche mejoran la complejidad de los aromas y sabores.

4. Clima marítimo: Cercano a grandes masas de agua, modera las temperaturas y proporciona humedad, dando vinos frescos, con acidez vibrante y sabores más delicados.

Mano de obra

La mano de obra juega un papel fundamental en la producción de vino, influyendo en los estilos de vinos desde el viñedo hasta la bodega, el conocimiento y las técnicas muchas de ellas ancestrales.

1. Cuidado de la vid: La poda, el manejo de la canopia y el control de plagas influyen en la calidad de las uvas. Un manejo adecuado maximiza la exposición al sol, lo que mejora la maduración y concentración de azúcares.

2. Cosecha: La selección manual de uvas permite elegir las mejores, eliminando las dañadas o inmaduras. El momento de la cosecha también es crucial, ya que un mal timing puede afectar el balance de azúcar y acidez.

3. Vinificación: En la bodega, el control de la fermentación, el uso de barricas y el envejecimiento dependen de la experiencia del enólogo y los trabajadores, las recetas ancestrales, procesos que destacan las características del terruño y la variedad de uva.

Por todo esto cuando uno bebe vino, bebe historia, geografía, sol y la misma esencia del terruño.

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