El día Internacional del Tempranillo se celebra el segundo jueves del mes de noviembre y es una ocasión especial para rendir homenaje a esta variedad de uva tan emblemática en España. La uva Tempranillo es conocida por su capacidad para producir vinos de gran calidad con sabores que van desde frutas rojas o caramelo hasta notas más complejas de cuero, tabaco o especias. Es un día perfecto para disfrutar de una buena copa de vino tinto y aprender más sobre su historia y sus características.
Es la mejor uva tinta española siendo originaria de La Rioja, posicionandola como una de las zonas vinícolas más importantes del mundo, aunque se cultiva en otras regiones españolas como Ribera del Duero, Toro, La Mancha y Penedés entre otras. También, a nivel internacional, en EEUU, Portugal, Francia, Tailandia, Turquía, México, Australia, Sudáfrica o Argentina.
En algunas regiones de España se le llama Cencibel, Jacibera, Tinta de Toro, Araúxo, Tinta del País o Ull de Llebre; en Portugal toma el nombre de Tinta Roriz y en California, Valdepeñas. Todos ellos ponen nombre a las distintas adaptaciones de la afamada variedad tinta a cada clima y región.
La uva Tempranillo madura antes que la mayoría de uvas, de ahí su nombre. Entre sus características destacan su intensidad y estructura; aromas frutales, especias y maderas; taninos suaves y bien integrados, lo que proporciona una textura agradable en boca; acidez equilibrada, lo que contribuye a su frescura; versatilidad gastronómica; potencial de envejecimiento, los vinos jóvenes suelen ser frutales y frescos, mientras que los de mayor crianza (que han pasado tiempo en barricas de roble) desarrollan una mayor complejidad y profundidad; así como bajos niveles de azúcar y alcohol.
A diferencia de la mayoría de los vinos tintos, la mejor manera de poder apreciar toda su gama de sabores, es tomándolo ligeramente frío a unos 16 grados.
También existe la Tempranillo blanca, una variedad blanca mutada de forma natural a partir de la uva tempranillo tinta. Siendo una variedad autorizada en las comunidades autónomas de La Rioja (España), Navarra y País Vasco.
Esta variedad ha conseguido reconocimiento internacional gracias a que es capaz de reflejar la personalidad del terruño donde se cultiva dando lugar a vinos versátiles, elegantes y muy diferenciados según su procedencia.