Un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan sugiere que el consumo regular de chocolate negro podría disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Según la investigación la probabilidad de desarrollar esta enfermedad metabólica se reduce en un 21% al consumir al menos cinco porciones semanales del postre.
Para llegar a estos resultados la institución recopiló datos durante más de 30 años. En las evaluaciones se incluyeron 192.000 adultos participantes de estudios longitudinales como el Nurses Health Study y el Health Professionals Follow-up Study. Ninguno de los participantes tenía diabetes al inicio del análisis, pero cerca de 19.000 desarrollaron diabetes tipo 2 a lo largo del seguimiento.
Chocolate negro vs. chocolate con leche
Los resultados del estudio mostraron diferencias significativas según el tipo de chocolate consumido. Aquellos que comieron indistintamente porciones de uno y otro tipo experimentaron una reducción del 10% en el riesgo de diabetes. Sin embargo, el impacto del chocolate negro fue mucho más destacado.
Al chocolate negro se le suele asociar al menos un 43% de cacao, alto contenido de flavonoles, compuestos antioxidantes de origen vegetal que podrían ser responsables de su efecto protector. Aunque los mayores beneficios se obtienen con porcentajes superiores al 85% de cacao.
No obstante, el estudio enfatiza que al ser de tipo observacional, no se puede establecer una relación directa de causa y efecto. Aunque se intentaron aislar otros factores de estilo de vida, como dieta equilibrada y actividad física, que suelen ser comunes en quienes prefieren el chocolate negro, es posible que algunas variables hayan escapado al control del análisis.
Más que una carta blanca al chocolate negro, los hallazgos han abierto una puerta a la investigación minucioso en torno a los flavonoles en la prevención de la diabetes que afecta a millones de personas en el mundo.
Pero, aunque la posibilidad de la enfermedad es menor, el consumo de chocolate negro no exonera de desarrollarla. Por tanto, la sugerencia es comerlo con moderación y preferiblemente en su forma más pura. Si se mezcla con ingredientes azucarados como galletas o nubes, los beneficios se diluyen y pueden incluso contrarrestarse.