El invierno en Madrid sabe a churros con chocolate

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Maria Carrasco Lloria
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churros con chocolate en Madrid

El invierno en Madrid sabe a castañas, a cocido y a café con leche en vaso, pero sobre todo, sabe a churros con chocolate. Cuando el frío atrapa a la capital, el mayor encanto se refugia una cafetería donde se meriendan churros, porras y buñuelos, sumergidos en el chocolate caliente más espeso o en un buen café con leche a la madrileña: en vaso de caña.

Los churros con chocolate son tradiciones que relevan las generaciones. Levantarse una mañana y tener churros para desayunar es alegría infantil, así como lo es volver a casa después de una noche “investigando” todos los locales de Madrid y comerse unos churros para llenar el estómago antes de acostarse para los jóvenes, hasta la entrañable costumbre de padres y abuelos de salir con el frío de la mañana para hacer cola en la churrería del barrio para llevar unos churros con chocolate a los niños.

Los churros se consumen en toda España, pero en Madrid, por alguna razón (como la de tener la churrería más icónica de España entre sus calles como es San Ginés) es una tradición ancestral. ¿Qué sería Madrid sin churros?

Algunas ideas donde ir a disfrutar de la tradición invernal más castiza 

Chocolaterías Valor. La mítica chocolatería española Valor tiene varios locales repartidos por todo Madrid, por tanto, incluso mejor que los churros es el chocolate puro y espeso que derriten para poder mojar la masa frita. Él éxito de Valor ya estaba asegurado como chocolatería española de referencia, pero a quien se le ocurrió preparar churros y porras para sumergirlos en él, merece el reconocimiento infinito.

Churrería 1902. 122 años de historia y cinco generaciones de una misma familia avalan a una de las churrerías más icónicas de Madrid. Churros recubiertos de azúcar o chocolate son las estrellas del lugar sin olvidar las porras. Para acompañarlos, el chocolate caliente clásico, con nata o al ron. Tomar chocolate con churros es una tradición abierta a todas las edades.

Churrería Chocolatería Las Farolas. Alcalá de Henares, Guadalajara y otros siete locales en Madrid capital hacen complicado negar la autenticidad de esta churrería de las de “toda la vida”, incluso atendiendo a que se fundó en 2013. Churros y porras son los pedidos estrella, con chocolate, claro, además de otras piezas bollería que han enamorado a todos los gatos de la ciudad.

Cafetería La Andaluza. En el corazón de Tetuán, se encuentra la pasión madrileña de unos churros con chocolate que comenzaron su andadura en la década de los 30. La receta sigue siendo la misma artesana de la familia Repullo Hernández y sus reducidas mesas se llenan cada mañana hasta las trancas. La Andaluza incluso está recomendada por la Guía Repsol. 

Chocolatería Churrería Antonio 1935. Fieles a las costumbres, así es el madrileño barrio de Vallecas. Los churros, porras y buñuelos con chocolate caliente que solo venden a la hora del desayuno comienzan su camino a las 5:45 am para los madrugadores y terminan pasadas las 12 del mediodía, hasta el día siguiente. ¿Su estrella? Las “ranas”, masa de porra abierta y frita, cubierta con azúcar, anís y canela. La mejor forma de comenzar un día en el barrio.

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Maria Carrasco Lloria