Según una investigación realizada por The World Cancer Research Fund (WCRF), una organización benéfica que tiene como objetivo crear conciencia de que el cáncer se puede prevenir, quienes beben un vaso grande de vino al día podrían reducir su riesgo de cáncer de intestino en un siete por ciento.
La entidad del Reino Unido calculó que este sería el posible beneficio de la conmutación de cambiar el consumo regular de alcohol por el de vino que contiene sólo el 10 por ciento de alcohol que las bebidas más fuertes.
Desde el punto de vista de la prevención del cáncer, es mejor no beber en absoluto. Pero los expertos aseguran que se debe ser realistas y la realidad es que muchas personas en el Reino Unido disfrutan de una copa diaria como parte de su vida social.
Si bebe mucho, se debe reducir la cantidad, pero si no almenos la segunda mejor opción es cambiar a una alternativa de bajo alcohol como el vino.
Aunque es difícil decir exactamente cuánto impacto de ese cambio en el estilo de vida podría tener sobre el riesgo de una persona de desarrollar cáncer a lo largo de los años, la idea general de reducir el grado alcohólico de lo que bebemos es buena, señalan los expertos.
