Alimentos y plantas para aliviar la afonía

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Alimentos y plantas para aliviar la afonía

Se conocen numerosos remedios naturales a base de plantas para calmar la afonía que, en muchos casos, se debe a la irritación de la garganta. La mayoría de las irritaciones leves desaparecen pronto sin necesidad de recurrir a medicamentos o antibióticos.

Basta con escoger alimentos y plantas que, por su particular composición -riqueza en vitamina A, ácidos grasos omega-3, antocianinas o mucílagos-, ayudan a regenerar las mucosas irritadas y calman las molestias, eliminan los gérmenes causantes de la infección y la irritación y, en definitiva, alivian la tos.

Tomar bebidas frías con hielo o inhalar humo en exceso, la exposición al frío por distintos motivos o al aire seco del aire acondicionado, o el sobreesfuerzo de hablar en público durante horas son situaciones cotidianas que hacen que se irrite la garganta y se pierda la voz.

El objetivo principal de la dietoterapia en la afonía, la ronquera y la irritación de garganta es la selección de alimentos que reúnan propiedades antiinflamatorias, antisépticas y mucilaginosas. El resultado es un alivio del malestar y una mejoría más temprana.

Efecto antiinflamatorio. Hay alimentos y plantas que, por su particular composición nutritiva (vitamina A, ácidos grasos omega-3, antocianinas...), reducen los procesos inflamatorios, como el que cursa durante una afonía o ronquera.

A partir de los ácidos grasos omega-3, presentes en los pescados azules (DHA) y en las nueces (alfa-linolénico), se forman prostaglandinas de acción antiinflamatoria.

Por ello, el consumo de estos alimentos, con cocciones suaves y blandas -en el caso de las nueces, trituradas o bien masticadas para que no empeoren la situación-, resulta interesante en caso de irritación de garganta. Las hortalizas y frutas de color naranja, como la zanahoria, la calabaza, mandarinas y naranjas, son ricas en beta-caroteno que el organismo transforma en vitamina A.

Ésta favorece la nutrición y la regeneración de las mucosas, mientras que, como antioxidante, se suma a la vitamina C (frutas tropicales, cítricos, kiwi) y a las antocianinas (frutas de colores rojos oscuros y granates como cerezas, ciruelas, uvas) en la nutrición y refuerzo del sistema inmunitario.

Poder antiséptico. Los alimentos que tienen cualidad demostrada para eliminar los gérmenes causantes de la infección y la irritación son la cebolla y los ajos. Ambos destacan por su acción antibacteriana, a la que se añade una cualidad expectorante y mucolítica. Ambos contienen compuestos azufrados, que aportan un olor y un sabor marcado, y son responsables de que su consumo facilite la eliminación de la mucosidad.

Propiedades mucilaginosas, suavizantes y regeneradoras de la zona irritada. Los mucílagos, un tipo de fibra soluble que tienen algunas verduras, también destacan por su acción emoliente (suavizante) y reparadora de las mucosas. Las semillas de lino son muy ricas en mucílagos, las sustancias que dan la textura gelatinosa y resbaladiza cuando están horas en remojo. Entre las verduras, destacan la borraja, el calabacín, la okra, el apio y las judías verdes. La ingesta de éstas cocidas, sus cremas y sus caldos resulta beneficiosa.

La fitoterapia para esta irritación de garganta debe tener los mismos propósitos que la dietoterapia: utilizar plantas antiinflamatorias y antibacterianas e, incluso, con poder antitusígeno, para la tos seca e irritante que degeneraría en ronquera y afonía o las agravaría.

Las plantas más empleadas con este fin son varias. Cada una tiene funciones específicas, como el jengibre, el llantén mayor, la malva, el malvavisco, la agrimonia y el tusílago; este último es muy útil para calmar la tos seca.

El jengibre, además de sus cualidades como planta digestiva, destaca por su poder antiséptico y expectorante. Este rizoma tiene un sabor característico de picor intenso que se atribuye a la presencia de una sustancia oleosa llamada gingerol.

Una infusión caliente de jengibre estimula la sudoración y ayuda a eliminar mucosidades y toxinas. Se puede hacer a partir de jengibre deshidratado, que se deja cocer en agua a fuego medio unos 3 ó 4 minutos, o fresco, si se añade una cucharada de jugo o ralladura de jengibre fresco en un vaso de agua templada.

Es un remedio eficaz para resolver enfriamientos y afecciones respiratorias, así como irritaciones de garganta y tos, antes de que deriven en pérdida de voz. El exceso de jengibre puede afectar a la coagulación sanguínea, por lo que el consumo ha de ser prudente en caso de tomar anticoagulantes.

La malva y el malvavisco (ambas de la misma familia), el llantén o el aloe vera son plantas ricas en mucílagos, por lo que su consumo suaviza las mucosas y reduce la inflamación. Se pueden tomar en infusión o hacer gárgaras con ellas.