Comer fruta es, en gran medida, lo que marca si estamos sanos gracias a la alimentación que mantenemos. Para muchas personas alrededor del mundo, si no se come fruta, es un día perdido y si no se come al menos una pieza después de comer, no se ha comido. En Iberoamérica, eso es bien sabido, pues es la región donde mejor fruta se cultiva. Así, no es de extrañar que algunos de los principales mercados a nivel internacional pongan a las frutas como pieza central.
Consumir frutas y verduras con regularidad ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, enfermedades no transmisibles y algunos tipos de cáncer gastrointestinales. Las frutas aportan azúcar y grasas naturales y ayudan a metabolizar correctamente vitaminas y nutrientes de otros alimentos.
A pesar de la cantidad y calidad de la materia prima que se produce en tierras y árboles iberoamericanos, investigaciones apuntan a que la población se halla en bajo consumo de fruta y verdura, pues no se encuentran presentes en la dieta rutinaria.
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El 4 de agosto, se celebra el Día Latinoamericano de la Fruta, gracias a la Organización Mundial de la Salud. Se busca incentivar el consumo de frutas y verduras, pues el Informe sobre salud en el mundo de 2002, demostró que la falta de nutrientes por la baja ingesta de frutas y verduras es una de las principales causas de mortalidad a nivel global, especialmente en los países en vía de desarrollo. Para que haya quien piense que tan solo se trata de alimentos secundarios.
Fruta tropical: aprovechando lo que tenemos
Cuando piensas en Iberoamérica, en tu mente habrá una explosión de colores, olores y sabores que componen el mosaico de las culturas americanas. La materia prima que produce su tierra es el gran responsable de ello. Por ello, hay que aprovechar lo que se tiene, y en este caso, la fruta tropical endémica es una enorme oportunidad.
La piña es la estrella de todas las frutas tropicales. Es protagonista sola, en platos principales, postres, cócteles, zumos y mil elaboraciones más. Por su gran aportación en agua, es fácil mantenerse hidratado sabiendo rico. La piña posee grandes aportaciones de vitamina C, y también de vitamina B1, B6 y ácido fólico.
El mango parecía una moda cuando se popularizó en Europa, pero en Iberoamérica es uno de los principales componentes de la gastronomía de muchos países de la región. Una fama merecida por su sabor intenso y sus increíbles aportes a la salud en magnesio, hidratos de carbono y muchísima vitamina C. La ingesta de mango favorece todos los sistemas del organismo, así que ya sabes.
Un poco menos común para quien no ha crecido a su lado es la pitahaya o fruta del dragón. Esta fruta exótica de colores muy vivos está compuesta en un 90% por agua y es muy rica en vitaminas C, B1 y A. Además, tiene grandes beneficios para la vista