Queso Azul: historia, origen y maridajes perfectos

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Maria Carrasco
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Queso azul

Para los amantes del queso, un buen queso azul no es ningún reto. Para los detractores de los sabores intensos en el queso, deben saber que hay mil formas de maridarlo para llegar a un acuerdo. 

A pesar de haber nacido por accidente en Francia en el siglo VIII, el queso azul es uno de los tipos de queso más populares en la cocina, tanto en sí mismo como en salsas, por sus maridajes y contrastes de sabores con otros ingredientes como frutas y carnes.

El queso azul es el resultado de un lácteo enmohecido. Sus tiras y motas azules y verdes sobre la carne blanca del queso son los mohos que le confieren ese fuerte sabor y que, en ningún caso, son dañinos para el organismo. Se elabora en todo el mundo y adquiere unas notas propias en cada quesería debido a la diferencia de leches, hongos, climas y tipos de curación. Aun así, lo que todos los quesos azules tienen en común es la textura cremosa y un sabor ligeramente picante según el tiempo de maduración.

Italia es el mayor exportador de queso azul del mundo, mientras que Alemania es el que más de este lácteo recibe. En España, el consumo de queso azul al año es de dos kilogramos por persona, lo que ni siquiera se acerca al líder iberoamericano: Argentina consume unos doce kilos de queso azul por persona cada año.

Existen muchos tipos de queso azul, pero los más destacados son el roquefort (Francia), el gorgonzola (Italia), el cabrales (España) y el stilton (Inglaterra). A principio de año, Taste Atlas publicó en su ranking de quesos anual que el mejor queso azul del mundo se encontraba en Cantabria, España. Al otro lado del charco, la "Copa América del queso", se la llevó un queso azul chileno.

Vino y queso... maridaje del queso azul para conquistar a tu cita

Para comer queso, las reglas son pocas, pero si quieres optimizar todos sus sabores en el paladar puedes seguir algunas recomendaciones.

"Vino y queso sabe a beso" o eso dicen. Para maridar el queso azul y que acabe en beso, si es que así lo quieres, las mejores ideas son el Cabernet Sauvignoc, el Malbec y el Merlot, pues realzan los matices picantes del alimento.

Además, el queso azul es perfecto para montarlo en el centro de una tabla de quesos junto a otro tipo de quesos blandos más suaves y acompañados por frutas como los higos, las uvas, las manzanas, los frutos secos y los dátiles. Estos alimentos restan intensidad al queso por su balance dulce natural. Peras y endivias también maridan muy bien con el roquefort por los tonos amargos compartidos, así como pasa con la cerveza.

El arte de la cocina con queso azul, entre tradición e innovación

El queso azul es versátil en la cocina pero le gusta robar el protagonismo al resto de ingredientes cuando se mezcla con ellos.

Las pizzas con quesos fuertes están cada vez más de moda, como forma de renovar una idea culinaria tan tradicional como esta y que contrarresta perfectamente la acidez del tomate. Acompañado de otros productos frescos, el queso azul se convierte el rey de la pizza.

Una innovación que está triunfando en la cocina dulce es la tarta de queso azul. El sabor fuerte del cabrales junto al dulzor de la galleta en una textura extremadamente cremosa lo tornan en una de las estrellas de las cartas de postres.

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