El secreto de la ensaladilla rusa

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Maria Carrasco
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Ensaladilla rusa

Qué curioso fue que la ensaladilla rusa fuese popularizada, sí, en Moscú, pero gracias a un franco-belga, Lucien Olivier, a finales del siglo XIX. Ah, ¿no lo sabías? Bueno, pues ahora te voy a contar todos sus secretos.

A partir de 1917, la ensaladilla rusa se convirtió en un platillo que se popularizó masivamente en Europa y Estados Unidos, alcanzado una fama mundial más que merecida, pues descubrió a algunos países algo que no sabían que necesitaban: una ensalada fresca, sabrosa, fácil de preparar, que se puede conservar fácilmente y con una materia prima común pero de gran calidad.

La ensaladilla rusa es la tapa más popular del verano español y prepararla en casa para tomarla cuando más apetece, hace a uno siempre un poco más feliz.

Una ensaladilla rusa "rica-rica"

Hay muchas recetas de ensaladilla rusa, aunque en esencia todas son la misma. Hortalizas, huevos, atún y mayonesa. El secreto de la ensaladilla lo tenía el cocinero vasco Karlos Arguiñano, dedicado a compartir sus conocimientos de cocina con toda la población. ¡Excelencias Gourmet te lo cuenta!

Las medidas son variables. Debes pensar que la patata es la base, pero el resto de ingredientes los puedes añadir según tu gusto. Es fácil: patatas, zanahoria, atún, aceitunas, guisantes, mayonesa y huevos cocidos. Si le pones algo más, puedes decir que estarás haciendo la ensaladilla rusa de tu casa, porque la original no lleva nada más que estos pocos ingredientes.

El truco está en la patata

Arguiñano lo tiene claro: la estrella es la patata. ¿Obvio? Pues no creas que tanto. La patata es lo que va a dar textura a nuestra ensaladilla, por eso no todas valen. Es importante siempre elegir patatas nuevas y compactas. Si escogemos una patata vieja, que es algo más blanda, quedará deshecha, componiendo una masa, en lugar de una ensalada.

¿Qué hago con la patata? Pues debes cocerla en agua, pero en agua fría. Las patatas deben entrar enteras, limpias y con piel al agua entre 12 minutos y media hora. Si las pelamos, no podremos evitar que absorban demasiada agua, y, una vez más, acaben deshaciéndose si nos pasamos en la cocción. Tampoco vale cortarlas por la mitad, ya que de esa manera desprenderán el almidón que las mantiene compactas. El fuego, por todo ello, debe ser suave.   
 

Cuando la pinches y esté blanda, puedes retirarla del fuego y dejarla que temple de forma natural o en la nevera. Ya puedes cortarla en pequeños cubos sin que se desmorone, al igual que el resto de productos que han hervido. Es importante que no la pinches demasiado mientras se cuece, recuerda: necesitamos la piel y el almidón en la olla.

En el mismo cazo, puedes añadir las zanahorias, pero deben pasar 10 minutos más en el agua que las patatas. En la misma olla, o en otra, puedes incorporar los huevos, que, como tardan unos diez minutos, puedes ponerlos en el momento que retires las patatas.

Mientras se cuece la patata siguiendo estos trucos, puedes ir con el resto de los ingredientes. A una fuente vas añadiendo los guisantes, las aceitunas cortadas en medios y unas latas de atún en conserva.

La cola de la ensaladilla: mayonesa casera 

Ahora, la magia: la mayonesa. Hacerla casera es tan fácil como añadir medio diente de ajo, un huevo fresco entero, sal, un poco de vinagre y aceite de oliva suave. Para que no se corte, el truco está en que debes introducir la batidora recta en el fondo del vaso sin moverla y dejar que el electrodoméstico haga su trabajo durante unos segundos. No tardarás más de tres minutos en prepararla. Prometido.

Se añade esta mayonesa perfecta a la fuente con los demás ingredientes que habían reposado en la nevera, le das unas cuantas vueltas para que impregne bien y de vuelta a la nevera hasta la hora de comer. Algunos la decoran con unas tiras de pimiento del piquillo por encima y otros la acompañan con picos y regañás para darle el toque crujiente.

Si sigues estos pasos, te aseguras de que te salga la mejor ensaladilla rusa del verano.

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