Gofio canario: la harina que define la cocina de las Islas

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Maria Carrasco Lloria
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pello de gofio

El gofio es el alimento más venerado de las Canarias. Esta harina de maíz tostada que recuerda a los frutos secos es utilizada en tantísimas elaboraciones dulces y saladas endémicas y emblemáticas de las islas. Es un producto supernutritivo que se les da a los niños mezclado con leche cuando son pequeños y que sigue acompañando a los canarios durante el resto de su vida.

Hoy es un ingrediente consagrado en la gastronomía canaria hasta la alta cocina y su uso está reconocido por su propia Denominación de Origen desde 2004. 

Propiedades nutricionales de un superalimento invisible fuera de las Canarias

El gofio es harina de avena, trigo o maíz tostada de forma artesanal. Contiene muchas propiedades saludables por lo que se considera un complemento nutricional muy completo. Se trata de un alimento muy rico en fibra ya que se muele el cereal entero con su cáscara incluida y mantiene grandes aportes de las vitaminas del grupo B, así como A, C y D. Así, el gofio presume de minerales como hierro, calcio, magnesio, potasio, sodio y zinc.

El contenido de proteínas lo hace ideal para dietas vegetarianas y veganas. Además, hablamos de un alimento indicado a deportistas ya se trata de un producto rico en hidratos de carbono de absorción lenta. Además, el gofio es un saciante natural. 

Origen del gofio: de los guanches ancestrales a la alta cocina contemporánea

El gofio forma parte de la historia, la identidad y la cultura de las Islas Canarias. Fueron los antiguos guanches, los pobladores originales del archipiélago, quienes inventaron este alimento. Los primeros vestigios de gofio se preparaban con helechos y semillas tostados y machacados con molinillo de piedra. En el primer momento, se consumía como harina de pan, pero luego los guanches advirtieron que esta harina puede comerse sin cocerse previamente. 

Historiadores especulan sobre que la costumbre de comer harina de cereales viene del vecino norte de África, mientras que fueron los canarios quienes expandieron el gofio hacia Sudamérica. La razón de este viaje gastronómico al Nuevo Mundo es la de muchos alimentos: Cristóbal Colón. Algunos apuntan a que en su última parada en tierra antes de llegar a la inesperada América, el almirante recogería en las Canarias bien harina bien cereales tostados, alimentos fáciles de almacenar y que nutrieron a una tripulación que pasaría meses acinada en el mar. Decir que no es cosa del gofio que tan solo unos pocos regresaran a la península tras la expedición. 

El amor canario al gofio y algunas de sus elaboraciones tradicionales

Por alguna razón, a los canarios el gofio les apasiona y muchos lo siguen consumiendo de forma diaria en sus comidas. Lo que durante siglos fue un alimento de subsistencia para paliar las hambrunas, hoy tiene usos gastronómicos casi ilimitados. Aun así, las recetas preferidas son el escaldón de gofio y el gofio diluido en leche, así como habitualmente se hace con el cacao. 

El guiso de gofio escaldado o escaldón de gofio es una mezcla de esta especial harina con caldo de pescado. También se usa en ocasiones con caldo de carne o de berros por ejemplo. El plato favorito de los guanches modernos se acompaña de mojo verde o rojo, cebolla picada y queso blanco tierno. 

El sancocho canario es otro de los platos más típicos de las islas y es un guiso de pescado salado, papas, pella de gofio (harina+el caldo del guiso) y mojo verde.

Los plátanos con gofio son la elaboración dulce más simple que se elabora con este ingrediente, ya que su uso en pastelería se ha extendido hasta turrones, bombones o bizcochos, entre otros. Que los plátanos de Canarias son los mejores del territorio europeo no es una sorpresa para nadie, y si a ello, le añadimos gofio, no hay merienda más canaria.

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Maria Carrasco Lloria