Hoy en Un Vino, Un Sumiller, Francisco García, sumiller del restaurante Cooking Almadraba, en Conil de la Frontera, nos descubre San Cayetano 2022, de bodegas De la Riva, Macharnudo (un vino del marco de Jerez).
La primera botella que llegó al restaurante la custodié como oro en paño dada su escasez de botellas en el mercado.
Un día decido abrirla y, al catarlo, vellos de punta. Quise compartir la botella con el equipo e intentar que el cliente que viene de fuera probara esta joya que tenemos en nuestra tierra. A la tercera mesa que lo probó, el feed back de todas era …
ESTÁ DEMASIADO BUENO, ¿ESTO DÓNDE SE COMPRA?
Un vino de pasado, presente y mucho futuro
Willy Pérez y Ramiro Ibáñez en 2017, decidieron dar un paso más y recuperar la histórica y reconocida marca Manuel Antonio De la Riva, que había pertenecido a dicha familia, propietaria de 53 hectáreas de viña en Macharnudo. Domecq, propietaria de otras marcas famosas como Palomino & Vergara, Terry o Agustín Blázquez, compró la marca De La Riva en los años 70. Tras el desmembramiento de Domecq, la marca acabó en manos de la multinacional Beam Global antes de que la adquirieran Ramiro y Willy.
Estamos ante el pasado, presente y el futuro del marco de Jerez con este vino único e irrepetible.
Características del vino
Es un vino de pasto procedente del famoso viñedo Macharnudo de Jerez. Nos encontramos ante una añada intensa que presenta mucha frescura, equilibrio y una sabrosa mineralidad que, hace salivar desde el primer trago. Esto se debe a su crianza bajo velo de flor que ha tenido durante 12 meses, recomendamos dejarlo madurar un par de años en botella.
La fermentación se realizó en cubas de 615 litros con levaduras autóctonas sin control de temperatura.
Despliega una nariz floral y perfumada.
En boca revela sequedad y redondez. Su textura densa, se entrelaza con notas salinas, especiadas y un núcleo brillante de limón, melocotón y pera.
Ofrece una experiencia serena y refinada, con una agradable acidez y destellos de cítricos frescos que evocan la brisa marina.
País, Denominación de Origen, Región e Historia
Los vinos de pasto se localizan en Jerez y son vinos tradicionales, sin encabezar (sin adición de alcohol), pero que realizan su crianza biológica bajo velo de flor. Esta tipología no está amparada por el sello de la D.O. Jerez-Xérès-Sherry, aunque la asociación de viticultores Territorio Albariza lleva años reclamándolo. Todos sus promotores coinciden en que son vinos de una calidad incuestionable, con una graduación natural, sin alcohol extra, ni envejecimiento en madera, donde la trazabilidad de su procedencia es fundamental.
Los elaboradores implicados confían en que, más pronto que tarde, estos vinos de pasto conseguirán tener su propia figura oficial de protección, ya sea bajo el paraguas de la denominación jerezana o creando una indicación geográfica específica. Y es que son vinos que se están recuperando y que empiezan a tener una corte de consumidores interesados. Son los nuevos blancos tranquilos gaditanos que recuperan maneras de antaño. Pueden suponer una interesante vía de posicionamiento y futuro para los vinos de Jerez porque tiren, al mismo tiempo, del consumo de sus prestigiados vinos fortificados.
La apuesta de esa generación de productores por los vinos de pasto es imparable. Y ello conlleva poner en valor un terruño y un origen.
¿Ha recibido algún premio este vino?
96 Puntos James Suckling, 96 Puntos Parker, 98 puntos Decanter, top 100 en vinos en la guía Esquire, 98 puntos Jane Anson y ha sido el primer blanco español en entrar en la Grand Place de Burdeos.
¡Hoy brindamos por los vinos de pasto de Jerez!
