Ni limitada o con restricciones, Arabia Saudita ya ha anunciado que en el Mundial de Fútbol de 2034 no habrá alcohol. A diferencia de la edición de 2022, cuando el país anfitrión, Qatar, permitió su comercialización con ciertas regulaciones, al parecer, aquí la medida es irrevocable.
Según la FIFA no hay intenciones de presionar al gobierno saudí para flexibilizar esta norma, aunque habrá que esperar una fecha más próxima al campeonato.
El gobierno saudí aspira que la celebración sea una oportunidad para reforzar su imagen global y atraer más turismo internacional, eso sí, todo bajo sus propias reglas.
La alternativa en los estadios será la venta de refrescos y cervezas sin alcohol, tal como ocurrió en Qatar. Sin embargo, la prohibición es aún más estricta, puesto que incluye hoteles de lujo. De hecho, solo una tienda en Riad vende alcohol bajo estrictas restricciones para diplomáticos no musulmanes.
Por otro lado, la situación representa un desafío para los patrocinadores del torneo, especialmente para marcas como Budweiser.
La parte positiva de ello es que si bien estas restricciones pueden causar malestar entre algunos aficionados, reflejan la intención del país por preservar sus valores culturales a cualquier coste.
