La mujer posee un atractivo personal muy característico, es dueña de una belleza sin igual y su sencillez, pasión y delicadeza la convierten en un ser extraordinario.
Una mujer en el bar impone alegría, claridad, esplendor y amor. En este escrito y una segunda parte que saldrá en próximo boletín, les comentaremos sobre algunas cuestiones interesantes en el mundo del bar cubano, compartiendo cada detalle con la presencia ya indiscutible y necesaria de la mujer.
Según una antiquísima historia bíblica, cuando Dios pensó crear al hombre para que poblara la tierra, inmediatamente se dio cuenta que la vida de este seria imposible en dicho paraíso sin la presencia de la mujer y afortunadamente no se equivoco, porque la mujer no solo implica junto al hombre el desarrollo de la especie, sino que solo ella, su presencia, su clase, su belleza y elegancia es todo un acontecimiento en la vida humana.
Con el desarrollo histórico de la sociedad se fueron generando diversas culturas en cada rincón del planeta, unas mas avanzadas que otras, con un desarrollo social, político, económico y militar, lo cual posibilitó el dominio de unos sobre otros, la explotación de una clase sobre otra, el inicio y mantenimiento de una etapa en la vida social en que unas clases (dominantes), prevalecerían sobre otras (dominadas).
En cada una de estas etapas estuvo vinculada la mujer, en momentos tristes para su historia, cuando solo fue vista como un vinculo sexual o como objeto para las actividades exclusivamente domesticas, incluso, existieron culturas en que la mujer además de sus tareas cotidianas en el hogar, debía trabajar a la par o mas incluso que el hombre en las labores agrícolas.
Las manifestaciones culturales, el arte, la pintura, la escultura, la ciencia, el deporte y hasta la literatura estuvieron prohibidas para la mujer, obligándolas en la mayoría de los casos a enterrar todos sus sueños. Pero la historia no se detiene, su movimiento en continuo espiral fue dando paso a un desarrollo social y cultural en la mente de la humanidad y la mujer decidió tomar las riendas de su destino. Así por ejemplo hurgando en un pasado distante podemos encontrar mujeres guerreras en la mitología Griega, mujeres gladiadoras en la época de esplendor del imperio Romano, las Amazonas, míticas guerreras, cuyas batallas Griegas las inmortalizaron, la Doncella de Orleans mas conocida como Juana de Arcos (1412-1431), heroína nacional y Santa patrona de Francia, mujeres Piratas, como el conocido caso de Anne Bonny y Mary Read, mujeres de ciencia como por ejemplo: Maria Gaetana Agnesi, Laura Bassi, Augusta Ada Byron Lovelace, Elisabetha Koopman Hevelius, María y Christine Kirch, Nicole Lepaute, Marie Curie y tantas otras que desde tiempos ya remotos decidieron igualar e incluso superar su actividad en relación con la del hombre.
En nuestra historia, sobre todo la gesta por la independencia, tenemos muchos ejemplos en que se impone la fuerza de la mujer.
En los años 60 nuestro país comenzó a desarrollar una nueva estructuración en la esfera gastronómica, con la abolición de un gran número de sindicatos y gremios obreros organizados en torno a esta actividad. Se funden todas estas fuerzas con un mismo interés y una perspectiva futura, en aras de un desarrollo y calidad sostenida de nuestra gastronomía nacional.
La mujer, desde un inicio, aunque con un poco de recelo, se fue incorporando paulatinamente a estas tareas, pero aun así, debió llover un poco mas, para abrir la mente de muchas personas y colocar en ella conceptos nuevos en cuanto al verdadero y futuro papel de la mujer.
Se comienza a desarrollar el turismo, seleccionando algunos territorios que por sus características geográficas y condiciones excepcionales podían favorecer el auge de esta rama, que no dejó de ser prospera y ventajosa en ninguna época. Se vuelcan esfuerzos en el desarrollo de la península de Hicacos, la explotación hotelera e infraestructura turística en la Capital y otras provincias con cierto desarrollo en el sector, se comienza a explotar el turismo en Playas del Este y la Cayeria norte y sur de Cuba y muchas otras playas con características idóneas, pues Cuba es rica en recursos y bellezas naturales.
La mujer se incorpora a estas actividades, sobre todo a las de tipo gastronómico, aunque todavía prevalecía la incertidumbre en cuanto al trabajo de las féminas detrás del mostrador de un bar, este, por mucho más tiempo, continúo reservado exclusivamente para los hombres.
