La región vitivinícola francesa de Alsacia tiene una historia compleja que diferencia a sus vinos, de otras regiones de Francia. Si bien muchas otras regiones vinícolas están estrechamente vinculadas a una sola variedad o mezcla, Alsacia tiene un estilo propio - sin roble, seco, fresco y complejo - expresado a través de una diversa selección de las mejores cepas que producen vinos blancos en el mundo.
Este estilo no sólo diferencia a los vinos de Alsacia, sino que también les confiere una peculiaridad refrescante perfecta para casi cualquier ocasión.
Bajo el sello de Alsacia, se encuentran los vinos, que van desde la expresión brillante, y chispeante del Riesling único en la zona, a la perfumada, rica y especiada Gewurztraminer complemento natural a las cocinas exóticas.
En medio hay vinos para todos los gustos y para cualquier ocasión, producidos a partir de variedades clásicas como el Pinot Gris, Pinot Blanc, Sylvaner, y Muscat. También se producen una pequeña cantidad de vinos tintos y rosados, generalmente a partir de la cepa Pinot Noir.
Los vinos de Alsacia son producidos de tal forma que su selección más adecuada para cualquier ocasión se torna muy sencilla. Ellos tienden a ser secos y chispeantes, con el puro sabor de la uva y el carácter único del suelo, el sol y el clima alsaciano lo que los franceses llaman terroir.
Si bien muchos vinos dicen exhibir el terroir, pocos tienen una expresión tan clara y característica de su origen, como los vinos de Alsacia. Los tonos ahumados y especiados característicos del suelo alsaciano añaden capas de complejidad y dan un sello distintivo a cada variedad.
Una de las características más intrigantes de los vinos de Alsacia es que se embotellan con los nombres de sus variedades de origen, a diferencia de prácticamente todos los otros vinos franceses. En lugar de nombres regionales a menudo confusos y oscuros que dificultan la compra, los vinos de Alsacia son fáciles de entender.