También se cree que al cambiar el azúcar por la miel se está disminuyendo su consumo de calorías, cuando ambas tienen las mismas calorías, la única diferencia entre éstas es que el azúcar ha sido procesada para su elaboración, mientras que la miel es un alimento natural.
Otros mitos muy difundidos están relacionados con las dietas y los alimentos que debemos suprimir de ellas si queremos bajar de peso.
Por ejemplo, se cree que si se quiere adelgazar, con eliminar el pan de la dieta es suficiente, lo cual es falso.
Por privarnos de comer dos rebanadas de pan al día no vamos a perder más peso. Todo dependerá de la razón del sobrepeso, de los hábitos alimentarios, de la composición de la dieta, etc. Es cierto que un exceso de pan o de cualquier otro alimento nunca es recomendable, pero una dieta sin pan puede llegar a ser muy triste.
En cuanto a la idea de que el pan sube de peso, también existen teorías como que se debe consumir sólo integral o dietético.
Pero que el pan sin gluten o dietético no engorda es falso, pues está indicado para las personas que tienen intolerancia a este componente, como tampoco cambia mucho su efecto el que tenga o no sal.
Igualmente se dice que la corteza engorda menos que la miga, lo cual no es cierto porque ésta tiene menos agua y más calorías que la miga, e incluso las tostadas, aunque son más digestivas, prácticas y agradables para algunos, no son la mejor elección cuando se quiere perder peso porque al contener poco agua y volumen, no dan sensación de saciedad.
En el caso de las frutas y vegetales, el kiwi, la naranja y la frutilla -por ejemplo- aportan grandes cantidades de vitamina C que ayudan en la prevención de resfriados y en la buena formación de los tejidos en crecimiento (huesos, músculos); mientras que las frutas y verduras anaranjadas o amarillas como durazno, zanahoria, calabaza y auyama, aportan vitamina A en forma de betacaroteno, importante para mantener la barrera de defensa de la piel y una buena visión.
Los frutos negros y rojos (del bosque) proporcionan hierro, así como las espinacas. El hierro es muy importante para formar los glóbulos rojos que transportan el oxigeno en la sangre evitando la anemia. El brócoli y otras crucíferas (coliflor, repollitos, repollo) son especialmente buenas porque contienen unas sustancias llamadas "fitoquímicos" que dan beneficios a la salud (ayudan a prevenir el cáncer en este caso de las crucíferas). Estas verduras también son ricas en fibra, betacaroteno, vitamina C, vitamina B1, calcio, potasio y algo de hierro.
Las diferentes clases de lechuga y verduras de hojas verdes contribuyen a disminuir el riesgo de cáncer, en especial el de estómago.
Los tomates también poseen estas propiedades saludables (fitoquímicos) y contienen betacarotenos (o sea Vitamina A), Vitaminas C y E".
El café no es malo, aunque en exceso puede crear cierto grado de adicción, aunque nada demasiado grave. El café que se consume por lo regular viene de las tiendas de barrio, donde es recalentado durante todo el día y eso es realmente malo. El café fresco no genera ningún riesgo para la salud.
El banano o plátano es muy nutritivo para chicos y grandes, sobre todo si realizan ejercicio físico. Tiene un alto contenido en fibras que ayuda al buen funcionamiento intestinal, además es rico en potasio y éste es bueno para los hipertensos porque regula los niveles de líquido en el organismo y ayuda a eliminar el exceso de sodio, evitando que suba la presión arterial.
El potasio también se puede encontrar en las frutas secas, damascos, y vegetales de hoja, preferentemente crudos, y cáscara de la papa cocinada.
Eso de que el limón ayuda a cortar la grasa de los alimentos, es totalmente falso. Según los nutricionistas ningún alimento cumple esa función y lo único que ayuda a bajar de peso es dejar de consumir alimentos que no aportan le nada al organismo.
