Los vinos de París llegaron hasta la Corte

Creado: Dom, 06/12/2015 - 16:19
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Por: Enric Ribera Gabandé
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Los vinos de París llegaron hasta la Corte

París es París. No hay dos. París es la Ciudad de la Luz, de los colores y los olores. París es museos, cultura, gastronomía, arquitectura, música, teatro, belleza, fiesta, espectáculos… Cualquier rincón destila arte. Cualquier esquina reivindica ser fotografiada. Rebosa plástica por los cuatro puntos cardinales.

Es una ciudad que siempre sorprende, siempre nos descubre su pasado a través de sus perennes piedras históricas que hablan, que explican la monumentalidad cultural y su pasado político social. París nunca llega a cansar. Como más se visita, más se parece a una ciudad desconocida. París solamente hay una.

Tiene de todo. Por tener, cuenta en el barrio de Montmatre hasta con una plantación de viñedo del cual se extrae cada año uva que posteriormente se transforma en un vino que no se hace despreciable. Plantado éste hace unos 70 años en la última parcela urbana que quedaba sin utilizar en el distrito 18, más conocido por sus cabarets, sus cantantes y sus artistas de todo tipo, se da la circunstancia de que algunas de sus 2.000 vides se asoman a un cementerio y que todas ellas están rodeadas de casas.

Pero esta no es la única plantación de viñedo que disfruta la ciudad que tiene de todo y además bueno… muy bueno.

Mientras que Montmatre cuenta, indudablemente, con el honor de poseer la viña más antigua y conocida de París, hay que decir que ésta no es la única que existe en la ciudad.

Hace poco tiempo se han replantando otros viñedos por toda la capital y en el conjunto de la región de Ile de France. Actualmente existen unas 100 viñas diferentes. La mayoría de pequeño tamaño y todas con carácter indudablemente urbano. El vino se vende a beneficio de los fondos sociales de la comunidad y, en el caso de Montmatre, para poder costear el importe de su árbol de Navidad.

Este lugar llegó a ser un centro principal de los vendimiadores. Los vinos que se producían en los alrededores de París se llegaron a beber incluso en la Corte. Pero al mismo tiempo que París iba creciendo, la cantidad fue ocupando el lugar de la calidad y, en el siglo XVII, el vino consiguió adquirir fama de tener propiedades diuréticas: "Es vino de Montmatre; bébelo a grandes vasos y orínalo a litros", decía un famoso chascarrillo de la época, tal como se puede leer hoy día en las vallas que rodean a dicho viñedo.

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