México. Los comerciantes en vinos y licores de México, fundamentalmente los de la capital, han tenido duras pérdidas, en algunos casos de hasta el ciento por cinto, debido a las medidas decretadas por el gobierno para frenar la expansión de la Influenza A (H1n1).
Salvador Zúñiga Velásquez, secretario general de la Unión de Comerciantes en Vinos, Licores y Similares, dijo que de ninguna manera se oponen a las medidas preventivas determinadas por las autoridades de salud.
Al contrario, subrayó, “somos respetuosos y acatamos las disposiciones de las autoridades locales, estatales y federales, como es este caso”.
Sin embargo, advirtió, la molestia es que las autoridades no les avisaron “en tiempo y forma”, sino que el viernes pasado llegaron intempestivamente a los bares y cantinas los inspectores y les dieron una hora de plazo para cerrar los establecimientos.
Esta situación significó un duro golpe para muchos, añadió, pues el viernes la mayoría de los propietarios de este tipo de negociaciones realizan una buena inversión considerando que el fin de semana aumenta la clientela, inversión que se perdió.
“Tenemos que pagar sueldos e impuestos, más la inversión realizada; las pérdidas son del 100 por ciento, pues no pudimos abrir”, señaló Zúñiga Velásquez, acompañado por uno de los socios, Jaime Moreno Delgado.
Ambos manifestaron que la medida ni siquiera fue pareja, pues se detectaron a partir del sábado que algunas cantidades y restaurantes bar sí están abriendo a pesar de las disposiciones originadas por la contingencia sanitaria.
Los que abren “se burlan de las disposiciones; deberían aplicarles sanciones ejemplares, pues nosotros sí acatamos las medidas, conscientes del peligro que representa la conglomeración de personas”, dijo el dirigente de los vinateros.
La situación del sector se torna cada vez más difícil, pies a la crisis económica y a la inseguridad pública que prevalecen se sumaron las medidas preventivas ocasionadas por la aparición de la influenza humana.
