Noticia más que alentadora: “93 % de la fuerza de trabajo en América Latina y el Caribe está inserta en el mercado laboral”. Mazazo de realidad: “El problema es que 50 % de los ocupados trabaja informalmente, un 40 % recibe un salario inferior al mínimo y uno de cada cinco se encuentra en situación de pobreza”.
Son los preocupantes datos que presentaron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en junio de 2023 y que confirman, por ejemplo, que también una de cada dos mujeres no ha conseguido una plaza en el mercado laboral; ni hablar de las comunidades indígenas o de los jóvenes que están en desventaja frente a la población adulta.
Navegando hasta otras orillas, encontramos que en España es el sector de la hostelería, precisamente, el que más trabajo da a los menores de 30 años, con un 17 % del total de su plantilla, de acuerdo con el Mapa de Talento Sénior, publicado por el centro de investigación de la Fundación Mapfre a finales de 2023
El canal HORECA en el país está compuesto por cerca de 320 000 establecimientos y emplea a 1,7 millones de trabajadores (un 8 % del total), según el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), pero, como toda actividad humana, tiene luces y sombras.
En toda Iberoamérica hay plazas disponibles, una variada oferta y mucho por hacer, aunque aún falta formación, relevo, vocación y profesionalización para garantizar que toda la cadena sea realmente inclusiva, equitativa, lógica y, a fin de cuentas, sostenible.
También somos un territorio con un indiscutible talento (migrante, eso sí) porque muchos hemos salido de nuestros países de origen al sentir que las oportunidades de crecimiento eran escasas, incluso inexistentes.
De esto conversamos en la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Empleabilidad que, con presencia de más de 12 profesionales y expertos de siete países iberoamericanos, se ha creado para impulsar, con la guía de la organización Conecta Iberoamérica, la Primera Estrategia Iberoamericana de Empleabilidad.
Se trata de una iniciativa que busca “crear un marco de referencia para la toma de decisiones, nuclear investigaciones y estudios, visibilizar buenas prácticas e impulsar proyectos concretos, en colaboración con empresas e instituciones relacionadas con este ámbito”.
Una manera activa de comprender el estatus de la región y de ponernos del lado de la solución —porque de problemas ya hemos hablado antes y durante— en cada ámbito, incluida la restauración como fuente de empleo y gran motor de emprendimiento.
Un buen momento de ir más allá de los despachos y para pensar en una hoja de ruta que, con forma y fondo, se transforme en una herramienta eficaz que comience a acortar brechas, generar igualdad y reconozca que sí, también tenemos nuestros ‘menos’ pero muchos ‘más’… de los que tan poco presumimos.