
Cócteles hay para cada hora. Por la mañana una mimosa después de un lujoso desayuno, un colorido spritz como aperitivo, por la tarde un old fashioned de sobremesa y un gin tonic más clásico para pasar la noche de largo. No obstante, hay un cóctel de “entrehoras” que sirve para comenzar una noche que depara las aventuras más divertidas que un gato puede imaginar, el Afterhours Cocktail.
El primer brindis de la noche
Tras una copiosa cena en la que no te has privado de nada pero luego tienes un plan de lo más apetecible con tus amigos, un digestivo es necesario. Bienvenido sea el Afterhours Cocktail. Nacido para combatir el reinado de los pre-dinner, esos cócteles bien destilados y con mucho fizz, surge un trago fuerte pero fresco, cargado de una personalidad picante y dulzona. Lo dicho, la noche más entretenida está a punto de comenzar.
Afterhours es un cóctel de estilo Martini, muy rico en licor y con un carácter comedidamente alocado: amargo, picante y anisado.
Al paladar, el Afterhours es bastante seco por su contenido destilado, es decir, te tiene que gustar o le tienes que coger el truco. Finalmente, siempre lo laurea la reina de la sutil sensualidad: una guinda de cereza ensartada en un ligero palillo metálico.
Necesitas:
45 ml de ginebra
10 ml de licor de Maraschina
10 ml de licor de Kummel
Angostura de naranja
Cerezas de guinda
Para prepararlo, tienes que poner todos los licores en una coctelera con dos o tres cubos de hielo y agitarla enérgicamente hasta que la escarcha cubra el recipiente. Con el strainer, para evitar la caída del hielo, cuela el licor en una copa de Martini. Corona con unas gotas de angostura y sumerge la cereza con la que finalizar el primer trago de la noche.
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