No hay mejor accesorio para cualquier época del año que una sonrisa. Por muy trillado que pueda sonar, razón no le falta a la frase motivacional. Sin embargo, poco luce si la prenda estrella está dañada. Así, sucede con unos dientes sucios o mal cuidados. Y es que ellos son la base para una sonrisa radiante.
Pero, la salud bucodental va más allá de una cuestión estética, es un reflejo de cómo cuidamos nuestro cuerpo en general. No en vano se dice que una dentadura blanca y fuerte es sinónimo de buena salud y confianza. Por eso en el Día mundial de la sonrisa, que se celebra cada primer viernes de octubre, te compartimos algunos alimentos muy positivos para su higiene.
1. Lácteos: la fuente del calcio
El mejor aliado de los dientes es el calcio. Por tanto, no solo para los niños que están en edad de la dentición resulta importante, sino para todos, pues supone un garante de su fortaleza. De ahí que alimentos como la leche, el yogur y el queso sean los productos principales para mantener una buena salud bucodental.
El queso, en particular reduce el riesgo de caries, al igual que el yogur. Este último debido a su bajo contenido de azúcar y contener fosfatos y caseína, elementos que contribuyen a remineralizar los dientes, fortalecer el esmalte y combatir el desgaste natural.
2. Arándanos: pequeños aliados contra grandes bacterias
Pero si el esmalte resulta en buena medida el rostro de la boca, su olor como todo aroma es un complemento esencial. En ese sentido, es que funcionan los arándanos. Gracias a sus propiedades antioxidantes, son un arma contra las bacterias bucales. Ello se debe a su alta carga de polifenoles que ayudan a prevenir la formación de placa, una de las principales causas de infecciones en la encía y halitosis.
3. Agua: hidratación y limpieza natural
El agua es el ingrediente todoterreno de la salud. Por tanto, para la bucodental tampoco puede faltar. Es la clave para la hidratación de la boca, lo cual favorece la producción de saliva, agente natural contra las bacterias. La saliva no solo limpia la boca, sino que neutraliza los ácidos que pueden dañar el esmalte dental.
4. Frutas y verduras crujientes: cepillos naturales
Aunque comerlos no nos libra del cepillado, frutos como manzanas, zanahorias y apio sí ayudan a la erradicación de placas dentales y a limpiar las suciedades que se puedan acumular entre dientes. Por otro lado, el kiwi y otros cítricos aportan vitamina C, la cual refuerza las encías y promueve la regeneración de los tejidos bucales.
5. Té verde: antioxidantes para tus dientes
Más allá de su poder de relajación, el té verde atesora antioxidantes, polifenoles y flúor natural favorables tanto para luchar contra las bacterias y la inflamación como para robustecer el esmalte. Para mejores efectos es preferible consumirlo en bajas cantidades de azúcar.
Antes de finalizar, la recomendación típica de tu estomatólogo: cepillar los dientes con regularidad, usar hilo y enjuagues bucales. Pero sobre todo, no olvides sonreír, ¡es gratis!