Envases comestibles, comer y reciclar

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Cristina Ybarra
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envases

Los envases comestibles, son la nueva tendencia ya que, la mayoría de los envases de comida para llevar, están elaborados con cartón o fibra moldeada, que están recubiertos con plástico o materiales vinculados a serios problemas ambientales y de salud.

No obstante, frente al plástico de un solo uso que se encuentra en todas partes surgen iniciativas creativas que investigan los biomateriales que se pueden obtener de la naturaleza. Esto incluye algas, ingredientes comestibles e incluso la corteza de los árboles.

El secreto radica en las algas

La startup más innovadora de la década es Notpla, que busca poner fin al dominio del plástico de un solo uso utilizando algas como material protector. Su objetivo es que puedas comer la botella de agua, consumir el envase de la salsa o descomponer completamente la caja de tu hamburguesa.

Los productos que ofrecen son “completamente biodegradables y compostables, se descomponen de manera natural sin generar microplásticos dañinos y cumplen con las normativas europeas para el compostaje tanto industrial como doméstico”, señala Rodrigo García, cofundador y co-CEO de la empresa.

Las algas son un recurso renovable realmente intrigante: no requieren agua dulce, fertilizantes ni suelo, y pueden crecer hasta un metro diario, superando la velocidad de cualquier cultivo terrestre. Existen más de 60,000 especies, tienen la capacidad de absorber carbono y pueden sustituir al plástico en diversas aplicaciones.

Buscan aumentar su efecto sobre el medio ambiente y “las compañías utilizan plásticos de un solo uso en una proporción mucho más alta que los individuos”.

La gama de productos del proyecto incluye innovadoras pipetas elaboradas con algas que contienen aceite de oliva virgen extra, así como cucharas de helado biodegradables, las cuales están siendo rápidamente adoptadas en heladerías a lo largo del Reino Unido y Europa.

Corteza comestible que prolonga la frescura de la fruta

Para hacer frente a esto, surge Bio2Coat, una innovadora formulación desarrollada por investigadores de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC).

Este producto es un envase 100% natural, elaborado a partir de ingredientes comestibles, que al aplicarse sobre una fruta crea una película protectora e imperceptible, completamente consumible. 

Esto prolonga su vida útil y ayuda a mantener la frescura del alimento, señala Farayde Matta Fakhouri, directora científica de la startup y responsable de esta asombrosa tecnología de conservación natural.

Bio2Coat ha desarrollado un recubrimiento comestible y sostenible para frutas, que se aplica como una solución líquida sin alterar el sabor ni el color de la fruta, ayudando a preservar sus propiedades por más tiempo. La empresa ha obtenido una patente en España y ha solicitado su reconocimiento en Europa, Brasil y Estados Unidos. Actualmente, su recubrimiento para frutas tropicales ya está en el mercado brasileño, y planean introducirlo en España para diversas frutas. Este enfoque innovador beneficia a toda la cadena de valor, reduciendo pérdidas para los agricultores, aumentando márgenes para los mayoristas y ayudando a los minoristas y consumidores a ahorrar y reducir el desperdicio.

La creatividad y los biomateriales se combinan en diferentes iniciativas, como la de la startup Bpacks, ubicada en el Reino Unido y con una planta de producción en Belgrado. Esta empresa desarrolla envases a partir de corteza de árbol, utilizando técnicas de moldeado de pulpa de papel o maquinaria convencional para la producción de plásticos. Se presentan como "la primera tecnología de embalaje a base de corteza en el mundo, diseñada para sustituir los plásticos rígidos originados del petróleo".

Asimismo, su opción también tiene propiedades antibacterianas, lo que le permite prevenir el deterioro prematuro de carnes y vegetales, prolongando su vida útil en 7 días. A partir de su material, que se inspira en el “embalaje natural de los árboles”, se fabricarán pellets para bandejas de alimentos, tazas de café y envases para la industria cosmética. 

Al igual que Notpla y Bio2Coat, Bpacks nos acerca a un modelo más circular inspirado en la naturaleza, donde todo se transforma y nada se considera desperdicio.

 

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Cristina Ybarra