
Ékolo nace hace 20 años en Navarra para convertirse en referente europeo del producto natural y ecológico. Con una clara filosofía basada en la eliminación total de aditivos, Ékolo se posiciona como una de las empresas pioneras en aceites, zumos, conservas y salsas naturales en Navarra, con una proyección que pronto se extendió a toda España y, posteriormente, al extranjero.
Surge en Arróniz, una localidad de la Comunidad Foral de Navarra, donde se cultiva la única aceituna autóctona de la región, amparada por la DOP Aceituna de Arróniz. Nace como cooperativa de aceite de oliva, pero pronto vio el potencial de una tierra rica en frutas y verduras de calidad. Además, observaron el creciente interés de Francia, país fronterizo, por productos naturales, certificados, seguros y de alta calidad.
Todo esto nos lo contaba Ana Álvarez, directora comercial de Ékolo, en el marco de Salón Gourmets 2025. Sigue leyendo para descubrir más sobre una empresa modelo en el ámbito de la alimentación ecológica.
¿A qué se dedica Ékolo?
En Ékolo fabricamos esencialmente productos naturales, sin aditivos, conservantes ni azúcares. Exprimimos aceituna y fabricamos aceite; exprimimos fruta y hacemos zumo; prensamos fruta para hacer purés y mermeladas. Tenemos una línea de producto muy amplia y completa.
Como complemento, contamos con una línea de conserva vegetal: maíz, guisante, espinaca, y una gama premium de conservas de Navarra con pimiento del piquillo y alcachofa de Tudela. Nuestra joya es la salsa de tomate frito, de la que también hemos desarrollado una versión sin azúcar. También tenemos piperrada, muy demandada en el norte y en Iparralde (Francia).
Todo lo que hacemos tiene certificación ecológica, pero sobre todo es natural, en el sentido de que, dentro de los estándares de seguridad alimentaria, no añadimos nada innecesario al producto.

¿Cómo nace la filosofía ecológica de Ékolo en un contexto de productos ultraprocesados?
Esto surge porque Navarra es una tierra riquísima en fruta y verdura.
La calidad del producto navarro es extraordinaria.
Algunos empresarios y agricultores vieron una oportunidad en la aceituna Arróniz. Por eso, Ékolo nació fabricando aceite. De hecho, en la fábrica tenemos un centro de interpretación del aceite de oliva. Varias familias de Arróniz tenían trujales o almazaras en casa, y ese es el origen de nuestra empresa.
Posteriormente, viendo que el territorio ofrece manzana, pera, uva o kiwi, comenzaron a producir zumos y purés utilizando la materia prima local.
Uno de los fundadores fue un pionero en el producto ecológico: lleva más de 45 años en esto. En resumen, se unieron varios factores que dieron lugar a este proyecto. Somos, en esencia, fabricantes.
¿Cuál es el producto estrella de Ékolo?
La manzana, sin duda. Tanto en zumo como en compota. También gustan mucho los zumos de naranja y uva, pero últimamente hay mucho interés por los zumos de granada y arándanos, lo que nosotros llamamos 'los medicinales' por sus altísimas propiedades antioxidantes.
¿Dónde se comercializa Ékolo?
Siempre apostamos por el mercado español, donde estamos muy consolidados. Hace 6 o 7 años empezamos a vender en Francia, Portugal, Bélgica, Inglaterra, República Checa, Marruecos y recientemente en Estados Unidos.
Nuestra estrategia es apostar por la calidad del producto y una distribución bien definida. Se trata de elegir bien los mercados, apostar por ellos y avanzar paso a paso. Participamos en ferias internacionales como Biofach, en Núremberg.
Además, Ékolo es un producto multicanal. Nuestro cliente principal es el retail y los supermercados, pero también nos estamos introduciendo en el canal Horeca y trabajamos con tiendas online especializadas en productos ecológicos.
Lee también: ¿Comer saludable cuesta más? El precio de lo sano