Ser ecológico no es una moda, sino una filosofía de vida. Eso lo tiene bien claro la portuguesa Sofía Lorenzo, una mujer que antes de hacerse emprendedora ha sido una apasionada de las prácticas sostenibles en su cotidianidad. Tal compromiso que profesa ella y todo el que está detrás de Eko Vivendi supone clave para la empresa.
Hace 30 años Eko Vivendi existe, enclavada en Portugal, logrando expandirse a otros mercados de Europa gracias a su producción libre de químicos, respetuosa con los animales, los suelos y la atmósfera. Productos ricos y saludables en igual medida que exploran desde los lácteos hasta la cosmética. En el marco de la quinta edición de Organic Food hablamos de sus marcas Andechser Natur y Biedermann con las que se han presentado al evento, especializada en yogures, quesos, kéfir, cuarque, todo fresco, con distribuidores en Portugal y España.
¿Qué los diferencia de las otras marcas ecológicas?
Nuestros productos son de origen de Alemania y Suiza. Nosotros empezamos como una comunidad pequeña que ha ido poco a poco ganando nuevos consumidores que están valorando la calidad de los productos bio, ecológicos y van a poco a poco empezando a consumir productos bio.
Empezamos con productos secos de mercería, productos sin gluten, productos veganos. Lo más difícil son los productos frescos que tienen mayor caducidad y ahora tenemos una gama completa para toda la familia que incluye también detergentes para la casa y personal, productos cosméticos y para la alimentación de perros y gatos.
¿Cuál es el producto estrella de sus marcas Andechser Natur y Biedermann?
Nuestro producto estrella en Andechser Natur es el kefir, que es muy fuerte. Después de eso tenemos los quesos, son muy importantes porque tienen un gusto completamente diferente de los productos convencionales.
Normalmente los quesos son hechos con leche en polvo y tiene mucho espesante, Aquí la leche que se usa es pura proveniente de animales que viven al aire libre, sin fertilizantes. Entonces el sabor es muy particular. Tienen la grasa entera de la leche normal. De ahí que los yogures los dividimos en entero, medio y magro.
¿Cuál es el mercado más consolidado en cuanto a demanda?
El consumidor bio no es portugués, español, francés, alemán…sino que, somos una comunidad. El consumidor es muy transversal en los países. Nuestra producción se exporta a Europa cada vez con más demanda, porque el futuro es la salud y los productos bio. Estamos pensando expandirnos en España por lo que buscamos partner en materia de distribución para que las tiendas comiencen a tener el producto de una forma regular.
¿Cuál crees que es el futuro de esta comunidad? ¿Lo consideras solo un boom o algo más perdurable?
Yo pienso que no tenemos otra forma que ir todos hacia lo bio y lo ecológico. El planeta nos pide hacerlo. Con esto lo que buscamos es hacer el máximo ruido posible para que las familias se informen del consumo saludable, sobre todo para los niños.
Abogamos por que en las escuelas se oferten productos saludables porque si no comes bien siendo un niño, cuando tengas 30 años comienzas a tener problemas. De ahí que sea un modo de vida que se aprende desde pequeño. A menudo, vamos a las escuelas a hablar con los profesores, con los padres, con las madres…Desde Europa estamos intentando liderar un movimiento de alfabetización bio a nivel mundial y no solo se trata de la alimentación sino todo el modo de vida.
Por ejemplo, yo trabajaba a unos 60 kilómetros de mi casa y para trasladarme empecé a usar bicicleta eléctrica. Mi hija de 14 años hace lo mismo para ir a la escuela. La idea es que cada uno de nosotros, no el gobierno, ni el Estado, sino desde la individualidad de cada persona se plantee cómo puede contribuir con el cuidado del planeta. Y no, la comunidad. No, cada uno puede sentir que puede hacer para dar su contribución.
Desde la empresa, ¿cómo intentan promover esta filosofía de vida?
Nos valemos mucho de Instagram. Publicamos noticias porque el mundo bio necesita mucha comunicación, información clara. No necesitan saber que el yogurt es de fresa, porque el packaging lo muestra sino qué cantidad de azúcar, de espesante y grasa tiene. Ese tipo de información es la que interesa a la comunidad bioecológica, y eso es lo que hacemos en las redes, información y no publicidad por eso no utilizamos influencers.
En la empresa también intentamos ser más ecológicos. Si bien en esta empresa usamos las cajas para recibir el producto, cuando las enviamos a nuestros clientes, no compramos nuevas sino que usamos las mismas. El packaging tiene el aluminio y el plástico lo más finos posible y se usa sobre todo papel y vidrio.
Por otro lado, nuestro almacén no tiene aire acondicionado, la climatización funciona a base de agua para conservar los productos. Todo está pensado de forma bio.
