El Dr. Peter Rudolf Scholz, embajador de Alemania en Cuba, no calca del todo la clásica idea de hombre inaccesible y distante que tienen los latinos del típico nativo de ese país europeo. Sobresale por su elegancia y distinción, seriedad y buen porte, pero se desenvuelve con la soltura y amabilidad del más genuino cubano. Con esa misma disposición y una sonrisa en el rostro aceptó dialogar con un equipo del grupo Excelencias, a propósito de la XVII edición del Festival del Habano.
¿Qué significación le confiere al Festival del Habano?
Este es un evento muy importante y mundialmente famoso, porque potencia un producto conocido por su probada calidad y que es parte del patrimonio y de la identidad cultural de Cuba.
¿Importancia del mercado alemán para el Habano?
El consumo de puros cubanos en todos los países de habla alemana es muy grande. Alemania es un mercado de exportación de primer nivel, un destino sumamente significativo en términos comerciales, de ahí que se justifique la presencia de diversos distribuidores de Habanos en Alemania, así como su aceptación y alto consumo.
¿Tiene preferencia por algún Habano en específico?
Yo soy médico de formación y no fumo, entonces no podría decir qué Habano me gusta más. Sin embargo me encanta toda la magia que envuelve la cultura del tabaco: su aroma, su forma, su historia; la indumentaria que se utiliza para manejar el puro, conservarlo; las tiendas, los umidores, todo lo relacionado con el producto ya elaborado; pero también la fase previa: los sembrados, las vegas, las fábricas, el torcido.
Cuba como destino turístico para Alemania…
La cifra de turismo alemán en Cuba es muy alta según las estadísticas. Somos el segundo flujo más numeroso de visitantes que llegan a este país, solo por detrás de Canadá. En el año pasado vimos un notable incremento de esa cifra, lo cual refleja la simpatía y el interés de los alemanes en Cuba como un sitio paradisiaco.