Como parte de la campaña de Michelle Obama, la esposa del actual presidente de Estados Unidos, para animar a los estadounidenses a hacer más ejercicio y comer de manera más saludable, a fin de luchar contra la epidemia de obesidad que aflige al país, un grupo de chefs de la Casa Blnaca están participando en programas televisivos y escribiendo libros sobre el tema.
La fama de que se han hecho cocineros la chef ejecutiva actual, Cristeta Comerford, ha contribuido en su presentación en programas como “Iron Chef”, del canal de televisión Food Network, junto con el famoso cocinero Bobby Flay.
Junto con Bill Yosses, el jefe de pastelería de la Casa Blanca, Comerford ha aparecido con Martha Stewart para un especial de televisión con motivo del Día del Presidente.
Entretanto, Sam Kass, asistente de chef de la mansión presidencial, ha sido juez en el programa de competencia culinaria “Top Chef”, del canal Bravo y tanto Kass como Comerford han comparecido en “The Biggest Loser”, un programa sobre gente que desea perder peso, de la cadena NBC.
“Al fin este país está teniendo una conversación colectiva sobre cómo comer bien”, dijo Andrew Knowlton, editor de temas de restaurantes en la revista Bon Appetit.
“No sólo sobre a cuál restaurante ir, sino sobre de dónde vienen los alimentos. Claro, que el hecho de que la Casa Blanca tenga un jardín orgánico no va a revolucionar la agricultura norteamericana, pero la gente que antes ni le prestaba atención a esas cosas ahora lo leen en la prensa, y eso es algo positivo”.
Los chefs siempre pueden ayudar a transmitir el mensaje de la necesidad de comer bien.
La directora de asuntos políticos de la señora Obama, Jocelyn Frye, considera a los chefs “representantes maravillosos de la campaña de la primera dama contra la obesidad infantil, tienen un tremendo entusiasmo por el tema y muchos de ellos ya estaban involucrados en campañas de salud antes de trabajar aquí”, dijo Frye.
