A partir de 2020, China necesitará importar 100 millones de toneladas anuales de grano. Según los expertos que se dieron cita en el ‘Asian Financial Forum’ celebrado recientemente en Hong Kong, el ‘gigante’ asiático deberá invertir en la agricultura de mercados globales como Australia, África y Latinoamérica para poder hacer frente a la demanda interna de grano.
Como muestra de esa creciente necesidad, el año pasado, China importó tres millones de toneladas de arroz, tres millones de toneladas de trigo y 60 millones de toneladas de soja. La mitad de las importaciones mundiales de comida van dirigidas a Asia, mientras que tan sólo el 25% de las exportaciones mundiales de productos alimentarios tiene como origen esta región.
Así, la empresa pública Cofco, que es el conglomerado de comida más grande de China, planea invertir 10.000 millones de dólares (unos 7.500 millones de euros) en fusiones y adquisiciones en el extranjero durante los próximos cinco años.
Los expertos advierten de que se trata de un asunto muy importante, ya que la disponibilidad de comida determinará los precios de los alimentos. Una crisis alimenticia podría dar lugar a una gran incertidumbre económica y política en China.
