El presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR) analiza para Hostelería Digital algunas de las claves informativas y económicas de este verano y los datos generales de los que se disponen en el sector.
P- FEHR ha celebrado su 35 aniversario, en plena crisis. ¿Ha habido otros años tan malos para el sector en estas tres décadas y media?
R- Es evidente que no ha sido el mejor año, diría que tal vez el peor desde que se creó nuestra entidad. Pero celebramos esta fecha con optimismo, porque nuestro sector es importantísimo en términos globales y respecto a la economía nacional.
P- En julio hubo menos calor que otros años. Agosto ha sido al revés. ¿Eso beneficia a los hosteleros con un mayor consumo en los locales?
R- Cuando se habla globalmente siempre se puede incurrir en malas interpretaciones. Desde el punto de vista del número de visitantes, los extranjeros vienen, sobre todo, a nuestras playas. El turismo de interior, para la hostelería, se mueve gracias a los ciudadanos nacionales.
Nosotros somos los que generamos ese consumo. Con la crisis, es evidente que salimos menos veces; cuando lo hacemos, recortamos el número de días y, en ellos, gastamos menos en restauración que antes. Esto se nota este año, pero también se vio en 2011, cuando vivimos un récord de visitantes extranjeros. Para nuestro sector, es importantísimo el balance del turismo nacional. Ahora se ven cada vez más visitas en el mismo día y con vuelta a casa a dormir, por ejemplo.
P- Por los datos que publicamos en Hostelería Digital, y los que maneja FEHR, ¿estamos en el peor momento de la crisis y vamos a crecer pronto?
R- No quisiera confundir el deseo con la realidad, pero sí que soy optimista y creo que en el sector creemos que estamos tocando fondo y que el año que viene va a ser mejor. Aunque siempre hay que separar alojamientos, que suponen el 1% del PIB del país, de la restauración, que representa el 6% del PIB nacional. El alojamiento va bastante bien pero la restauración está sufriendo unos años negativos en cuanto a ventas, como pasa en otros sectores: la gente tiene menos dinero, sale menos, compra menos, gasta hasta donde puede y eso se nota en unos negocios como los nuestros, que viven de una componente lúdica muy importante.
P- La subida del IVA en dos puntos para la restauración, ¿van a tener que asumirla los empresarios?
R- Llevamos desde 2009 sin casi subir los precios. La mayoría de pequeños establecimientos han tenido que apretarse el cinturón y, aunque es difícil seguir así, tendrán que asumirlo para no perder ventas. Es un 2% de aumento en el IVA, que para muchos es un dato malo, aunque podría haber sido peor. De todos modos, creo que la lógica de esta subida es que se incrementará la economía sumergida.
P- Las Administraciones y los Medios de Comunicación señalan siempre al sector como uno de los principales indicadores del estado de nuestra economía, sobre todo, a la hora de valorar las cifras de empleo. ¿Es una presión adicional para los empresarios?
R- A los empresarios, en términos generales, lo que nos gusta es contratar gente, pero no depende sólo de nosotros. Con la crisis que vivimos en el país, hay que intentar sobrevivir. Tenemos que contratar el personal que necesitemos, ni más ni menos. Creo que estamos manteniendo las cifras respecto al año anterior y ojalá a final de año acabemos incluso con un incremento de personal. De todos modos, en las crisis, una parte positiva es que nos enseñan y obligan a gestionar mejor los gastos, las inversiones y las contrataciones.
P- Una de las cuestiones que afectó a varios hosteleros fue la Ley de Costas que el actual gobierno está reformando. ¿Es positiva?
R- Ha habido diferente afectación según las provincias y las concesiones. En algunos lugares dependían de la Comunidad Autónoma; en otros, del Ayuntamiento. Hay que ver cómo termina todo en el Congreso y el Senado, pero en general estamos contentos porque aclara las cosas y resta incertidumbre a los que llevaban años con su chiringuito funcionando, algunos de ellos, después de haber realizado inversiones importantísimas.
