Nadie quedó decepcionado. Todo lo contrario. La tan esperada alianza entre Habanos y vinos Chianti, de Italia, celebrada en la tercera jornada del XVII Festival del Habano, fue cuanto menos solemne. Una muestra más del placer que se logra al combinar, en elegante armonía, a dos reyes de la mesa internacional.
“La alianza representa una unión, una forma de evaluar y de presentar todo lo grande que puede existir en el mundo de las bebidas”, expresó durante la degustación Fernando Fernández, coordinador del programa de formación de sommeliers y Habanos-sommeliers de Cuba.
Para la ocasión se eligieron dos emblemas del vitolario de Habanos S.A.: Le Hoyo San Juan-Hoyo de Monterrey (cepo 54X150 mm de largo) y Montecristo Open Eagle (cepo 54X150 mm de largo), que se combinaron con algunas de las más prestigiosas variedades de la DOCG Chianti, nacidas en la Toscana.
La experiencia gustativa comenzó con el Le Hoyo, un Habano aromático de fortaleza suave, que se combinó en amistoso combate con el Chianti Colli Florentini DOCG «Castelvecchio» 2011, y con el Chianti DOCG Riserva «Vigna 54» 2012.
Para el intenso aroma y sabor medio del Montecristo, se propuso el Chianti Superiore DOCG «Cerretello» 2011 y el Chianti Rufina DOCG Riserva «Lastricato» 2010.
Para disfrutar mejor la cata, Fernández aconsejó a los fumadores que dejasen que los Habanos “caminasen”, que se avanzaran en la fumada, para que estos expresasen su identidad en toda su dimensión. Y es que —como afirmase en más de una ocasión— los Habanos tienen una personalidad distintiva, única.
El vicepresidente comercial de Habanos S.A., José Luis Fernández Maike, recordó que se trataba de un momento histórico pues, pese a que estos vinos italianos llevaban varios años en el mercado cubano, nunca se habían combinado con el tabaco Premium. Una oportunidad de acercar Denominaciones de Origen de vinos con Denominaciones de origen tabacaleras, afirmó.
Luca A. Alves Franco, representante del Consorcio de los vinos Chianti, resaltó que “Chianti” está entre las diez palabras más conocidas en el mundo, y que se trata de una de las Denominaciones de Origen más antiguas de Italia y del orbe. Se conforma con un 60 por ciento de la uva Sangiovese otras uvas complementarias, gracias a más de 4 000 socios productores en la Toscana, informó.
«Chianti es posiblemente el vino italiano más conocido en el mundo. Para esta degustación, seleccionamos los vinos por su calidad individual y por su armonía en el maridaje. Probamos más de cien etiquetas a ciegas, y los Habanos con los que mejor se llevaban», declaró.
Al final, no hubo alianzas ganadoras ni perdedoras. Cada cual eligió el matrimonio mejor llevado según el sabor, aroma y, por supuesto, los gustos personales. No debemos olvidar que el arte del buen comer y beber tiene pocas reglas fijas, y cualquier combinación posible siempre tiene un carácter individual y subjetivo.
La alianza Habanos-Chianti contó con la presencia del vicepresidente de desarrollo de Habanos S.A., Javier Terrés de Ercilla; el director de marketing estratégico, José María López Inchaurbe; Stefano Minoia, responsable comercial de Diadema, distribuidor de Habanos en Italia; Giannandrea Talato, de la asociación Eurocuba, promotor de los vinos Chianti en Cuba y de otras empresas europeas;, así como de Juan José López Freire, asesor de Habanos S.A.