Pocos lugares pueden darse el lujo de contar con tanta aceptación y prestigio a pocos meses de su inauguración. Pocos lugares en Cuba tienen nombre y servicio de reyes. King Bar abrió sus puertas hace seis meses y ya parece un consagrado, una marca obligatoria entre los lugares de referencia en La Habana nocturna. Tal vez fue eso, o esa simple buena fortuna que siempre le sonríe a los grandes, lo que trajo al Coro Gay de Hombres de Washington —que actúa en la capital estadounidense desde 1981— a este sitio mágico de excelentes trato y ambiente de lujo.
La singular agrupación, de visita en la Isla con solo 21 de sus 300 integrantes, cumplió un programa intenso de conciertos e intercambios con numerosos sectores de la sociedad cubana, no solo con los integrantes de la comunidad LGBT en la Isla. King Bar estuvo entre los sitios prestigiados con su presencia, por lo que le hicieron un homenaje que incluyó cena, show humorístico, tragos y cocteles típicos de Cuba. Así, el Coro Gay de Hombres de Washington interpretó algunas piezas de su programa concebido para Cuba y fue muy bien recibido por los presentes.
La visita coincidió con un momento trascendental en el restablecimiento de las relaciones entre La Habana y Washington, justo una semana antes de que se izaran las banderas en las flamantes embajadas de las dos capitales.
Los cantantes del Coro incluyeron temas en español en sus conciertos habaneros, a pesar de que prácticamente ninguno de ellos habla el idioma, por lo que el público ha reconocido el gesto con cerradas ovaciones.
King Bar se yergue en el mismísimo centro del Vedado con un logo que incita y atrapa, así que antes de entrar el cliente sentirá la seducción de un sitio cuasi mágico y original. En la entrada recibe al visitante una pieza del escultor Oscar Luis: el torso y las piernas de una mujer, sobre una pequeña fuente que decora el lugar. Al fondo de la terraza descuella otra obra del mismo artista, un conjunto de cuerpos desnudos, sensuales y provocativos, delicados e intensos, la esencia del sitio.
En general el bar consta de dos espacios: una terraza con un toldo, acomodada con una decena de mesas, acogedora y refrescante, ideal para las calurosas tardes de verano, con una monta y servicio de lujo; y un interior climatizado y gustosamente decorado.
Del grill y la cocina sorprenden el cerdo, el pollo (también servidos en brochetas), el pescado y los mariscos preparados en variedad de estilos y mezclas. Entre los platos principales de la casa destacan el camarón en fondue parmesano y la ropa vieja (carnero), dos exquisiteces que solo regala el rey de los bares y restaurantes habaneros. También es un plato típico la Suprema King Bar, y de los entrantes siempre seduce al paladar la ensalada King bar (de atún o de pollo).
Abierto desde la 1:00 p.m. hasta las 3:00 a.m., el local ofrece además una amplia carta de coctelería nacional e internacional, amenizada con música grabada, así como por íntimos y reservados espectáculos con prestigiosos artistas. El King beta es el trago insigne de la casa (licor de menta, licor de cacao, leche, ron Havana Club Añejo 3 años y canela), un verdadero reto a los sentidos.
