Planchar y cocinar podrían ser sólo cosa de robots dentro de 40 años. Para entonces, 3 de cada 4 habitantes del planeta viviremos en ciudades, en casas reducidas, lo que obligará a concebir electrodomésticos inteligentes. Electrolux se ha adelantado un par de décadas y ha elegido a través de un concurso los diseños más innovadores para la cocina del futuro.
Estanterías que cocinan, iluminan y refrigeran; paredes que reproducen con LED su paisaje favorito o placas portátiles de inducción. Son sólo algunos de los finalistas entre los 1.300 proyectos de todo el planeta que se han presentado a la octava edición del Design Lab de Electrolux.
No son prototipos, pero avanzan las líneas de trabajo. Como explica el finalista español, José María Redondo Guerra, son ideas que sirven como vías conceptuales de avance de los electrodomésticos. Ya sean ideas pequeñas o el concepto general se pueden aprovechar para evolucionarlos en un futuro, a corto plazo, a medio plazo, o hablando de 2050. "Aunque seguramente para entonces, los proyectos parecerán algo atrasados", bromeaba.
Frigoríficos de gel con biopolímeros o colocados fuera de la ventana; además de un microlavavajillas que crea compost orgánico, o lavadoras de pared. El jurado español no lo ha tenido nada fácil para elegir al armario que limpia con un escáner.
La opinión de los expertos de Electrolux parece estar en sintonía con las preferencias en la calle. Consultados varios vecinos de la capital, la mayoría dijo haber soñado con un aparato que limpiara y planchara la ropa. Y el resto, se centrba en lo gratificante, pero pesado que supone ponerse a cocinar.
Quizás la solución definitiva sea el casco de realidad virtual que envía las órdenes a un chef robótico. Más cómodo, seguro, pero difícilmente comparable a las recetas de una madre.
