Durante siglos, la tapa ha sido una institución en la hostelería española, pero hoy ha evolucionado y se ha hecho internacional, con un Día Mundial, celebrado por segunda vez a finales de septiembre. Sobre el tema dialogamos con un conocedor, Juan Carlos Henche de Diego, director general de Mesones 5J, de Osborne.
¿Tenemos entendido que usted comenzó su carrera en una bodega?
Ciertamente, comencé con Bodegas Osborne en Malpica de Tajo, con una de las marcas emblemáticas de la compañía. Ahora estoy en un departamento que se ocupa de la restauración, una de las unidades de negocio del grupo, que se ocupa en este caso de productos de jamón ibérico, y tiene un departamento de restauración con establecimientos repartidos por la geografía española en las capitales importantes, así como también por Europa. La Cocina de San Antón, uno de estos establecimientos, se honra en recibir la presentación del día Mundial de la Tapa.
En esta segunda edición del Día Mundial, ¿qué actividades están programadas?
No podría concretarte todas las actividades pues son muchas, pero hay todo un calendario y como apuntaba José Maria, presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración, también se van a hacer eventos puntuales en diversas capitales de España. Por ejemplo, más de una treintena de localidades organizan Rutas de Tapas durante los meses de septiembre y octubre y Madrid, Sevilla, Barcelona, San Sebastián, A Coruña, Córdoba y Segovia serán algunas de las ciudades cuyos bares, cafeterías y restaurantes rendirán homenaje a la tapa haciendo múltiples interpretaciones de la misma, desde las más tradicionales a las más vanguardistas.
Hoy se ha hablado de la importancia internacional de la tapa como elemento atractivo para el turismo ¿Qué opina usted?
La tapa es no sólo algo tan nuestro, tan español, sino que ya se conoce bien fuera de España, gracias a nuestros grandes restauradores que la han puesto en valor en todo el panorama internacional. Por tanto, la tapa es un elemento que parte de la idiosincrasia de este país y se está proyectando hacia el exterior para conocimiento de quienes desean visitarnos. Hay que decir que nuestra restauración en general es genial, pero el público, tanto nacionales como visitantes extranjeros, necesita también poder comer en momentos y situaciones informales, y para esos momentos puntuales es la tapa, algo absolutamente nuestro y que se está transportando a todo el mundo.
En esta edición del Día Mundial, ¿cuáles son las perspectivas que observa para la tapa en relación con la gastronomía en general?
Hoy vivimos una situación complicada, que lo es también para un sector como la restauración. En este marco, no me atrevería a decir que la tapa como tal puede salvar un negocio, pero sí que constituye un argumento para atraer más clientes a los establecimientos, que así pueden soportar mejor el paso de esta crisis. De hecho, muchos establecimiento de hotelería han cerrado en toda España, pero otros han sabido reaccionar, entre otras cosas poniendo en práctica este elemento de la tapa que resulta más atractivo, no sólo por su formato informal, sino porque es mucho más económico y da posibilidades a más consumidores.
