La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, aconsejó a los estadounidenses a adoptar estilos de vidas más sanos, haciendo “un llamado a pequeños cambios en sus cotidianos hábitos alimenticios”.
“Pocos cambios hacen una gran diferencia," dijo la Sra Obama, al dirigirse sobre el tema a unos 400 empleados del Departamento de Salud y Servicios Sociales. “Simplemente el ajuste está en qué comemos”, afirmó, dejando clara la propuesta de cocinar una o dos comidas en casa cada semana.
“Cambiemos de la soda al agua," dijo la primera dama, que también sugirió más ejercicio e ir caminando en vez de trasladarse en automóvil, siempre que sea posible.
La Sra. Obama recomendó a su vez el consumo de una verdura o fruta en cada cena.
Michelle Obama, que ha hecho de la promoción de la vida sana una parte clave de su plataforma politica, describió tales pasos como críticos en una nación donde casi un tercio de todos los niños padecen de sobrepeso o son obesos.
“Esto tiene implicaciones profundas - no sólo para su futuro – también para el nuestro como nación," dijo, al asegurar que esta es una de las mayores amenazas en el sector de la salud pública norteamericana en estos momentos.
