La tendencia de pedir delivery ha llegado a unos límites insospechados. La plataforma de compras a domicilio ahora también ofrece sus servicios hasta la playa. Hasta diez localidades españolas han habilitado puntos de entrega en sus playas para que los repartidores puedan entregar los productos a sus clientes sin entrar en la arena.
Crema de sol, helados y comida son los productos estrella que ofrece Uber Eats en esta nueva etapa del delivery. La empresa busca que sus clientes “puedan pedir casi de todo sin tener que moverse de la toalla”, así como asegura Ricardo Pabón, director de marketing de Uber Eats en España y Portugal, y quieren llegar “a todos los rincones de España”. Con esta propuesta, casi lo han conseguido.
Son 17.000 restaurantes y supermercados los que colaboran ya con la marca para el funcionamiento de la iniciativa. Las playas donde el servicio estará activo están repartidas por todo el territorio español:
Platja d'En Bossa (Ibiza), Platja de Can Pere Antoni (Mallorca), Platja Llevant (Benidorm), Platja Port Saplatja (Valencia), San Juan Playa (Alicante), Playa de la Concha (San Sebastián), Platja de Lloret de Mar (Costa Brava), Playa de Villananitos (San Javier- Murcia), Praia de Samil (Vigo) y Playa de las Canteras (Las Palmas)
Tras observar una tendencia imparable, Uber Eats ha respondido con una potente oferta. Durante el verano pasado, fueron cerca de mil pedidos los que fueron entregados en la playa de las canteras, cuando aún no existía este servicio especializado.
Polémicas a domicilio
Como todo, esta noticia también encuentra a algunos escépticos entre la sociedad. Hay quienes consideran que llevar el delivery hasta casi la orilla del mar fomenta el sedentarismo y la extrema comodidad. Otro de los puntos que revisan estas críticas son las condiciones bajo las que trabajan los repartidores en el ejercicio del nuevo servicio.
