Forma parte del grupo de restaurantes de Alain Ducasse, y es el único bistró parisino que posee una estrella Michelin
Abierto en París en 1912, el restaurante Benoît es uno de los auténticos bistrot parisinos. Los gourmets del mundo entero vienen a disfrutar de una cena o de una comida en este lugar animado, único bistrot parisino que cuenta con una estrella en la guía Michelin. Ubicado a dos pasos del Hôtel de ville, del Centre Pompidou y de la famosa Tour Saint-Jacques, Benoît invita a descubrir, desde principios del siglo XX, la gran cocina tradicional francesa.
Bonoît forma parte del grupo de restaurantes de Alain Ducasse que tiene repartidos por el mundo. Su comedor es un refugio de confort, con banquetas de terciopelo rojo, accesorios de latón y plantas en macetas, mientras que en lo alto, el trampantojo azul del techo luce pequeñas nubes esponjosas. El menú de platos clásicos preparado por su equipo profesional encabezado por la chef Kelly Jolivet se complementa con una excelente carta de seleccionados vinos escogidos por el sumiller jefe del grupo, Gérard Margeon.
Kelly Jolivet, chef
Kelly Jolivet conoce los platos clásicos franceses y sobre todo sabe cómo prepararlos en la cocina bistró actual. En un restaurante, con una identidad como la de Benoit, se debe dominar la técnica de las salsas. Son esenciales para el espíritu de esta cocina, señala la chef francesa. La primera regla es ,obviamente, utilizar buenos productos básicos, como son las buenas piezas de carne, aunque el ingrediente principal es el tiempo; para hacer una excelente salsa se necesitan nada menos que veinticuatro horas, argumenta Kelly.
Como restorán típico parisino, Benoît mantiene el espíritu del apogeo bistró de la capital francesa, con sus manteles blancos y camareros con pajaritas. El restaurante original abrió sus puertas a principios del siglo XX, y desde entonces éste se ha exportado a Tokio y Nueva York. Está configurado por 200 metros cuadrados y 94 asientos, y está engalanado con una decoración tradicional de madera de roble y con alcobas de terciopelo rojo.
Al abrir sus puertas, se entra en el mundo bistró típicamente parisino. Los azulejos, la carpintería, los bancos de terciopelo rojo, el latón, los cristales grabados de las columnas de mármol falso, las lámparas de pie en el bar, y los grandes espejos con reproducciones de la atmósfera de Beaujolais, todo evoca una decoración acogedora que impresiona.
Cocina tradicional francesa
Desde la cazuela de caracoles hasta el paté en croûte pasando por la blanquette de veau y el baba au rhum, el restaurante de Alain Ducasse pone las recetas tradicionales de la cocina francesa en el menú del Musée du Louvre de París. Esta gastronomía, por excelencia, ha sellado el éxito del original bistrot, en el cuarto distrito de la capital francesa.
Dando un protagonismo especial a los productos de temporada, éste lleva 100 años invitando a los amantes de la gran cocina tradicional francesa a viajar a través de historias sabrosas y significativas. La carta, descubre o redescubre grandes clásicos y acompaña a estos platos generosos con vinos sutiles y de aromas potentes.
