The Bear es una serie de ficción realista que marida la alta gastronomía con el caos que es la gestión de la salud mental, el gobierno del personal más desafiante, deudas, gritos, frustración, redención, empatías varias y un renovado restaurante en busca de la excelencia. La plataforma de contenido a la carta Disney+ lanzó el 14 de agosto la tercera temporada de la serie The Bear tras casi un año de espera.
The Bear cuenta ya con tres temporadas en el aire que, desde el primer capítulo, han dado un vuelco a cómo la sociedad identifica la alta cocina y da luz a lo que no se ve de puertas para adentro en restaurantes de toda clase. Una ficción a la vez divertida y desgarradora.
Protagonizada por Jeremy Allen White y su expresión más seria bajo la piel de Carmy, The Bear se relanza tras convertirse en una de las series más premiadas por la gala Emmy. Ha recibido no menos de 10 galardones Emmy (y 23 nominaciones). Con todo ello, ya empieza a resonar todo lo que se esconde detrás de la pequeña pantalla. The Bear ha contado con la asesoría de la cocinera Courtney Storer, hermana del creador de la serie Christopher Storer; el equipo del restaurante Kasama y muchos cameos gastronómicos que han contribuido a posicionar esta serie en el panorama gastronómico y teatral a nivel mundial.
Contexto sin spoilers: mucho talento y demasiada presión concentradas en 28 capítulos
El cocinero mundialmente reconocido Carmen Berzatto vuelve a casa para hacerse cargo del deshecho restaurante familiar tras el suicidio de su hermano mayor (Mikey). Original Beef es un local de referencia para los habitantes de Chicago por sus históricos sándwiches de carne que gustan a todo el mundo.
Enmedio del duelo y una ahogante deuda, Carmy se empeña en reflotar el restaurante Original Beef of Chicagoland, manteniendo el legado y la esencia que labró su hermano durante toda una vida. Durante la segunda temporada, con una farragosa reforma de por medio y bajo el deseo reconvertir un local de calle en uno de alta cocina, el público vive un complicado y muy humano proceso junto a un puñado de ruidosos personajes.
La muerte de Mikey conecta a los personajes como aguja e hilo. El dolor y la angustia no enmascaran lo que supone la perdida de la máxima autoridad de un desordenado equipo, y que Carmy, el pequeño y más perfeccionista de los hermanos Berzatto, no es capaz de asumir sin el esfuerzo de unos empleados tan protagonistas de sus propias historias como miembros de la gran familia de The Bear.
Perfeccionismo y estrés, lo que no vemos de las cocinas profesionales
"Ahora, cuando voy a uno con mis dos hijos, si dejan caer algo al suelo es estresante, estoy constantemente pensando en limpiar, porque sé lo duro que trabajan los empleados", cuenta Abby Elliot, o Sugar Berzatto, la hermana del protagonista. Muestra la actriz la realidad del que ha vivido alrededor de la hostelería y en la que tantos basan su vida.
Las tres temporadas de The Bear constituyen una potente historia que no atiende al glamour de la alta cocina porque los espectadores la ven desde dentro. En el calor de los fogones, se demuestra que no importan las estrellas Michelín, las puntuaciones y las críticas, sino que el valor está en sacar adelante los platos y cumplir con la expectativa de un cliente que llega no solo a comer sino a disfrutar de una experiencia.
En el camino hacia la excelencia que persigue esta última edición de 10 capítulos, ocurren demasiados pasos que los simples mortales solemos pasar por alto y que The Bear representa con crudeza. Ebon Moss-Bachrach, en el papel del explosivo primo Richie, confirmaba a El País que esta nueva temporada se aleja de lo que se ve en el mundo del lujo en una nueva entrega que vuelve a la tensión de la primera temporada tras el descanso del ruido que había supuesto la segunda. Se recupera ese tono destructivo que atropella la dignidad del trabajador y que previene a la construcción de un equipo funcional.
The Bear muestra la crudeza que une realidad y ficción en la cocina y en la vida
The Bear es una serie de ficción real muy intensa, clasificada a medio camino entre drama y comedia. Apta para todos, pero, sobre todo, para los miles de millones que se ven identificados por todas sus tramas culinarias o personales que se unen para mostrar una complicada realidad.
Más aún, los creadores se toman ciertas licencias para con el espectador, reflejadas en unos cambios de ritmo que pueden hundir a uno en la ansiedad y el estrés de los personajes; lo pone bajo la presión de una familia desestructurada en busca del propósito de un personaje ausente, Mikey, y el recuperado, o en proceso de, Carmy.
La tercera temporada de The Bear muestra que el camino se puede torcer y que te puede volver a la salida de una patada; y que la lucha con uno mismo es un proceso tan largo que no acaba. La pequeña pantalla atrae al público a un recorrido por las dificultades compartidas de la salud mental y de la excelecia gastronómica, una simbiosis que no se esperaba y ha arrasado.
