La ensalada César o Caesar es la ensalada por antonomasia. Hasta aquellos que rechazan todo lo verde de sus comidas, adoran esta preparación. Todo restaurante que se precie, tiene un apartado reservado para esta ensalada en el espacio de entrantes de su carta. Y como no podía ser de otra forma, también tiene su propio Día Internacional, el 4 de julio. No es un día elegido al azar, en esta época del año las lechugas alcanzan su punto más álgido.
A pesar de la creencia popular, no fue inventada en Italia y su nombre no se debe en honor al emperador romano Julio César. El origen de la ensalada César se sitúa en Tijuana, México y su invención se le atribuye a los hermanos Cardini, Caesar y Alessandro, emigrantes italianos que decidieron abrir su restaurante, Caesar’s Bar and Grill, cerca de la frontera de EE.UU con México.
Un aviador anónimo decidió pasarse por el restaurante de estos hermanos italianos y ante la escasez de comida que tenían en ese momento, tuvieron que preparar un plato en tiempo récord con las sobras que quedaban en la cocina. Gracias a su astucia y rapidez, consiguieron crear un delicioso plato a base de lechuga romana acompañada de algunos ingredientes más y salsa... El éxito de esta elaboración fue tal, que rápidamente empezó a correrse la voz y no tardó en hacerse popular entre las celebridades de Hollywood.
Alessandro bautizó al plato con el nombre de su hermano, que falleció poco después de la apertura del restaurante y patentó su marca, la salsa que ellos mismos preparaban (Cardini’s original Caesar Dressing Mix), pero no patentaron la receta del plato.
La primera ensalada César estaba compuesta por los siguiente ingredientes: lechuga romana, huevos pasados por agua, ajo, salsa inglesa o Worcestershire, zumo de limón, aceite de oliva virgen extra, queso Grana Padano rallado, picatostes, sal y pimienta negra recién molida.
Con los años, la receta se ha ido mejorando. Uno de los ingredientes estrella de esta ensalada, es el pollo. Ya sea a la plancha, empanado o hervido, es un complemento proteico idóneo para sacar el máximo partido de esta elaboración. La mostaza y las anchoas son otros ingredientes que no formaban parte de la receta original y han terminado siendo parte de ella.
Ingredientes
100 g. de pechuga de pollo
Picatostes de pan frito
1/2 lechuga (mejor romana)
50 g. de aceitunas negras
1 cucharada de limón o 1 cucharada de vinagre
6 anchoas
1 diente de ajo
125 ml. de aceite de oliva virgen extra
2 yemas de huevo
1/2 cucharada de mostaza
50 g. de queso italiano curado Grana Padano
Sal y pimienta blanca o negra recién molida al gusto
Preparación
Al agregar los ingredientes a nuestra ensalada, podemos aromatizarla con ajo sin necesidad de incluirlo en ella. Para ello, en el bol donde serviremos la ensalada, machacamos dos dientes de ajo hasta desintegrarlos y frotamos las paredes del bol con esta pulpa, luego la retiramos. De esta manera, evitamos que el ajo tenga una presencia muy fuerte en la salsa y evitamos que cause malestar. Conseguimos una salsa más suave con todo el sabor del ajo.
Lavamos la lechuga y la escurrimos bien. Una vez limpia y seca, la cortamos y la reservamos en el refrigerador durante 30 minutos. Esto hará que la lechuga esté más crujiente.
En una sartén añadimos un poco de aceite de oliva virgen extra y cocinamos la pechuga de pollo (entera, aproximadamente 100 gramos equivalen a dos filetes grandes) en el aceite bien caliente. Cuando estén dorados, los apartamos y retiramos el exceso de aceite con papel absorbente.
Cortamos el pollo en tiras largas y delgadas. La receta original se hace con pollo asado (puedes congelar el que te sobre y usarlo en esta ensalada), pero en esta ocasión utilizamos pollo marinado con un poco de sal de ajo, comino, pimentón dulce y pimienta, y lo cocinamos a la plancha. Lo retiramos en un plato hasta que estemos listos para montar la ensalada.
Salsa César
Para preparar la famosa salsa César, colocamos en un vaso de batidora las anchoas, la yema de huevo, una cucharada de jugo de limón, un diente de ajo (que se puede retirar más adelante), un poco de pimienta blanca o negra, media cucharada de mostaza y aceite de oliva virgen extra.
Mezclamos todo bien con una cuchara y batimos como si fuera mayonesa. La batidora debe empezar desde el fondo del vaso. Cuando empiece a formarse como una mayonesa, movemos la batidora de abajo hacia arriba hasta que esté lista.
Cuando esté emulsionada, añadimos el queso Grana Padano rallado. Removemos con una cuchara hasta que esté bien mezclado. Dejamos la salsa en el refrigerador para que se enfríe y continuamos con la preparación de la ensalada.