Los cereales (de Ceres, diosa romana de la agricultura) son plantas de la familia de las gramíneas, cuyos miembros producen semillas comestibles y nutritivas, los granos. Pero también se utiliza la palabra cereal para designar las semillas mismas y los productos elaborados con ellas. Son muy sembradas a nivel mundial porque sus granos resultan una fuente importante de alimento y nutrientes para los seres humanos
Estos granos pueden encontrarse tanto refinados como integrales. Los refinados se muelen para eliminar el germen y el salvado, proceso que elimina muchos nutrientes, incluida la fibra. Por su parte, los integrales están presentes en su forma entera o molidos en una harina y retienen todas las partes de la semilla 
(salvado, germen y endospermo).
Algunos de los principales cereales son el arroz, la avena, la cebada, el centeno, maíz, mijo, sorgo y trigo, entre muchos otros. Actualmente, la producción mundial de trigo se estima en más de 740 millones de toneladas; países como Brasil, Argentina y México están entre los que más trigo producen en la región.
En cuanto a la producción mundial de arroz, se calcula en más de 400 millones de toneladas, la mayor parte de la cual se realiza en países de América Latina y el Caribe. En el caso del maíz, EE. UU. cuenta con una producción de más de un millón de toneladas; también incrementan sus producciones países como Brasil, Argentina y México. Además de estos cereales, en la región se producen otros, pero son de menor consumo por la población, como la cebada, el mijo, el sorgo y la quinoa, que está cada vez más presente en la mesa de los habitantes de naciones como Bolivia, Perú y Ecuador, por su composición nutricional y su diversidad culinaria.
Los granos, especialmente los integrales, constituyen parte esencial de una dieta saludable. Todos los cereales son buenas fuentes de carbohidratos complejos y algunas vitaminas y minerales esenciales.
Sin embargo, los cereales integrales se han asociado a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer (especialmente colorrectal), mejor salud digestiva (menor riesgo de diverticulosis), menor riesgo de muerte debido a enfermedades inflamatorias, ayudan a controlar el peso pues proporcionan sensación de saciedad, entre otros beneficios.
Las deficiencias de micronutrientes afectan a más de la tercera parte de la población mundial. En los últimos años, mediante técnicas agrícolas convencionales u obtenidas por la aplicación de métodos de ingeniería genética, se han logrado cultivos con una mayor calidad nutricional.
La biofortificación es el proceso mediante el cual se obtienen alimentos vegetales que resultan enriquecidos en micronutrientes biodisponibles. La experiencia mundial en el tema de la biofortificación se ha centrado fundamentalmente en aportar hierro, zinc y ß-carotenos a cultivos como el arroz, el maíz y el trigo, además de otros cereales básicos.
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Composición
Un cereal cuenta, por lo general, con los siguientes elementos: proteínas de diferentes tipos, almidón, celulosa y gluten. Son de gran importancia para la alimentación de los seres humanos, no solo por el consumo de sus granos, sino por la cantidad de derivados que de ellos se pueden obtener. Las fracciones del salvado y el germen, a partir de la molienda tradicional, aportan la mayoría de los sustratos biológicamente activos encontrados en los cereales, incluyendo altas concentraciones de vitaminas B y nutrimentos inorgánicos, niveles elevados de aminoácidos indispensables y de tocoferoles en los lípidos.
Beneficios para la salud
Sin embargo, los cereales integrales se han asociado a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer (especialmente colorrectal), mejor salud digestiva (menor riesgo de diverticulosis), menor riesgo de muerte debido a enfermedades inflamatorias, ayudan a controlar el peso pues proporcionan sensación de saciedad, entre otros beneficios.
