El día de San Esteban, el 26 de diciembre, es el aquel festivo que añaden los catalanes al calendario navideño, un segundo día para seguir celebrando las fiestas con la familia y comer todo aquello con lo que no han podido los días anteriores. La mejor cocina de aprovechamiento también tiene cabida durante las fechas más especiales, con los canelones de San Esteban, elaborados con la carne que sobra de la escudella i carn d’olla del día de Navidad.
Los canelones de carne de San Esteban son más especiales que los de cualquier otro día. En Cataluña, cada 26 de diciembre, las familias se reúnen para comer las sobras del día anterior pero con una elaboración mayor. El interior de la pasta se rellena con la farsa, una mezcla de la carne de ternera, pollo y cerdo, trituradas, de la “carn d’olla”. También se utiliza la carne que pudo haber sobrado para rellenar la sopa de galets de la cena de Nochebuena.
Navidad al estilo catalán: fiesta y aprovechamiento
Lo que hace especial a esta receta, es que, al tratarse de los restos de una tradicional, en cada casa estos canelones saben distintos. Existen centenares de recetas aunque siempre con la base común: la carne que cada casa haya usado en su escudella con sofrito de tomate y cebolla. También se usan los restos de las pilotes de lleva este guiso catalán de Navidad.
Algunas fuentes documentan que la pasta de los canelones se popularizó en Cataluña gracias a la presencia de cocineros italianos y franceses en el siglo XIX, por lo que se trata de una receta más bien reciente.
La receta de los canelons de Sant Esteve, como se llaman en catalán, también difiere ligeramente de la receta italiana de los canelones en su cocción, ya que estos se elaboran cociéndolos y metiéndolos al horno tan solo a gratinar para darles un toque crujiente.
Por otro lado, uno de los pasos más importantes es el acabado, destacamos de nuevo que no se trata de canelones a la boloñesa, sino que para San Esteban van cubiertos de una gran masa de bechamel y queso rallado. Asimismo, algunos eligen ponerle un poco de la salsa de tomate restante del sofrito por encima o algo de ralladura de trufa para conferirle un sabor bien distintivo.