Sello de Correos dedicado a la caldereta de cordero de Extremadura, perteneciente a la colección “España en 19 platos”. (Foto: Correos)
Tratar de resumir la gastronomía de un país con algunos pocos platos resulta bastante complejo. Aunque es cierto que suele haber platos más conocidos internacionalmente, la gastronomía de cada país no podría entenderse sin la suma de todas sus cocinas y productos territoriales.
Incluso, en ocasiones, es difícil elegir una única receta que represente a cada una de las Comunidades Autónomas, Estados o Departamentos (según el país de que se trate). En el caso de la gastronomía española, es evidente que no existe una única cocina, sino tantas como Comunidades Autónomas.
Sin embargo, sí es interesante, incluso como una eficaz herramienta para la promoción del país y de cada territorio, encontrar esa elaboración concreta que se convierta en representativa de las características más emblemáticas de un lugar.
Proyectos de la Real Academia de Gastronomía de España
Con esa idea, la Real Academia de Gastronomía (RAG) puso en marcha, en su día, dos iniciativas que contaron con el apoyo de las Academias regionales: “Un país de tapas” y “España en 19 platos”.
La primera, en formato digital, es un buscador en el que la tapa (bien sea por su nombre, su lugar de origen o su ingrediente principal) se convierte en protagonista. Vale la pena recordar que las tapas son un emblema del carácter español y de nuestra cultura gastronómica, sobre todo si se vinculan a la historia y a un estilo de vida que es cada vez más valorado por quienes nos visitan.
En “Un país de tapas”, un proyecto desarrollado junto con el Ministerio de Cultura y Deporte, se puede consultar cómo preparar croquetas, tortilla de patatas, torreznos, gildas, chorizos a la sidra o callos a la madrileña. Es un recorrido por toda España, de norte a sur y de este a oeste.
La segunda, “España en 19 platos”, es una serie filatélica emitida con la colaboración de Correos. La RAG seleccionó 19 recetas (que incluyen a las 17 Comunidades Autónomas, a Ceuta y a Melilla) y Correos va generando los sellos para cada una de ellas, creando una colección única.
Ya se han publicado algunos como la caldereta de cordero de Extremadura; el pulpo a feira de Galicia; el pa amb tomaquet de Cataluña; el gazpacho de Andalucía; la paella de la ComunidadValenciana; el bacalao al pil-pil del País Vasco; el cocido montañés de Cantabria; el cocido madrileño, de Madrid; la perdiz a la toledana de Castilla-La Mancha; o la ensaimada de las Islas Baleares.
Está previsto que, en los próximos años, se sigan publicando los sellos que faltan: el pollo al chilindrón de Aragón; la fabada de Asturias; las papas arrugadas con mojo, de Canarias; el lechazo asado de Castilla y León; las patatas a la riojana, de La Rioja; el caldero del Mar Menor de Murcia; la menestra de verduras de Navarra; los corazones de pollo de Ceuta; y la cazuela de rape a la rusadir de Melilla.
Gastronomías de Iberoamérica
Creo que estas podrían ser dos ideas a tomar en cuenta en otros países de Iberoamérica, porque en todos ellos hay un elemento común: una extraordinaria variedad de cocinas regionales.
Desde México hasta Brasil, de Portugal a Perú, es un buen momento para que todos podamos conocer mejor la riqueza gastronómica de cada territorio, consiguiendo despertar el interés y la curiosidad de locales y turistas.
En un próximo artículo, trataré de describir Iberoamérica a partir de 15 platos, que se corresponderáncon aquellos países que tienen Academia Nacional y que forman parte de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG). Sé que no será una tarea sencilla, pero valdrá la pena hacer el ejercicio.
