El cocinero, embajador y promotor de la cocina tradicional y prehispánica de México, Jorge Orozco, ha acudido al X Seminario Gastronómico Internacional Excelencias Gourmet que se celebra en La Habana desde el 11 al 13 de octubre. Allí, en La Habana, donde “uno siempre se siente como en casa” cuenta Orozco, ha hablado sobre la importancia del encuentro gastronómico y las curiosidades de la cocina prehispánica en México.
“Este evento es muy importante, porque hay un encuentro de culturas gastronómicas, tanto latinoamericanas como españolas” señalaba Jorge Orozco sobre el seminario. En estas tres jornadas de encuentro gastronómico, “es importante que conozcamos y nos retroalimentemos de cómo es la gastronomía de ambos lados, y cómo se han incorporado diferentes insumos y productos de los españoles hacia Latinoamérica” y viceversa. Este intercambio de alimentos entre países es lo que ha permitido que hoy en día en México haya deliciosos platillos como el chile en nogada.
El trabajo de Orozco ha sido reconocido por los Premios Excelencias en FITUR España, principalmente por su pasión por la gastronomía prehispánica de México. Para su conferencia ‘La raíz hispana en la cocina mexicana’ ha escogido un menú compuesto por varios insectos, los cuales califica como parte del “valor del origen de la actual gastronomía mexicana”.
“Yo no podría entender la gran cultura gastronómica que tiene México sin la cocina prehispánica, compuesta en parte por los escamoles, los chinicuiles o los cocopaches, que son unos escarabajos mexicanos. Pero también hay plantas como son el huauzontle, cuitlacoche, el cacao, el maíz o el jitomate que ha aportado México al mundo” cuenta Jorge Orozco a Excelencias Gourmet. Una gastronomía muy diversa, que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Al estar en La Habana, Orozco ha aprovechado para alabar la gastronomía cubana, ya que “siempre ha habido una gran relación entre México y Cuba”, incluyendo sus cocinas. Alimentos como el frijol o el arroz son indispensables en ambos países. Incluso las bebidas, pues “yo no podría entender un Cuba sin ron y un México sin ron”. Más allá del ron, el mundo de las bebidas en Cuba -cantineros, sumilleres y cócteles- es impresionante.
