Participantes en el Festival del Habano visitan la fábrica La Corona

Creado: Vie, 03/03/2023 - 09:52
Autor:
Credito
Josefina Pichardo
Categoría
Fábrica La Corona

Como parte del programa del XXIII Festival del Habano, participantes y prensa acreditada recorrieron las galeras de la legendaria Real Fábrica de Tabaco Torcido La Corona, una de las más renombradas del mundo, y una de las más grandes de la capital y de Cuba.

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La Corona produce alrededor de 30 000 Habanos diarios, de marcas tan importantes como Montecristo, Bolívar, Hoyo de Monterrey, San Cristóbal de La Habana, Cuaba, Larrañaga, Romeo y Julieta, Punch, La Gloria Cubana y otras.

La visita se organiza por grupos de acuerdo a las muy diversas lenguas de quienes asisten al Festival. Nos atiende Yaidi Amador, experimentada torcedora. En el trayecto por las diferentes áreas, los visitantes constataron asombrados la maestría de los torcedores de Habanos, y que estos son hechos “Totalmente a Mano”: esa es la clave.

Yaidi nos conduce al Despalillo, proceso en el que se quita la vena central de las hojas de tabaco, cuidadosamente seleccionadas, las que al extraerles esa vena se separan en dos partes, cada una de las cuales será la capa externa de un tabaco, la que lo viste.

Le sigue la Galera de Torcido; todos los puros aquí producidos son torcidos. Es en esta etapa donde realmente se conforma la tripa; se enrollan las hojas y se ponen en el morde, que es una suerte de tabla donde se coloca el tabaco para fijar su forma; se colocan y ajustan en la prensa, y en unos 20-30 minutos se voltean, cambiándoles la posición para que se prensen bien. El paso posterior es envolverlos, con las hojas de capas externas que referimos al principio. 

Llama particularmente la atención la preparación del relevo de los torcedores, oficio transmitido generación tras generación: un grupo de jóvenes aprendices se forman para futuros torcedores, durante unos nueve meses. Desde que inician su curso lo hacen ya laborando bajo la tutela de un instructor.

Un estricto sistema de control de calidad es la base que sostiene la bien ganada fama de los Habanos en el universo de los tabacos, su liderazgo en el mercado global y la aceptación de los fumadores. Se miden parámetros como el grosor y el largo, se separan las unidades deterioradas y las que tienen roturas en los bordes o la cabeza. Mediante la llamada máquina de tiro se comprueba cómo circula el aire por el interior del puro, si son fumables o no. En los pasos sucesivos, los catadores comprueban la fuma.  

La Escogida es la fase del proceso de manufactura en la cual se clasifican los Habanos por colores, desde los más oscuros hasta los más claros, para lograr homogeneidad visual en las cajas.

Y al final, el Terminado, Anillado con las típicas y distintivas anillas, y el Fileteado, donde se decoran las cajas.

Como marca, La Corona es una de las más antiguas de Cuba, data de 1845. Ubicada inicialmente en una entonces famosa edificación habanera, “La Casa de Hierro”, desde 2005 se trasladó a su actual sede, un edificio industrial emplazado en la calle 20 de Mayo, en la barriada capitalina del Cerro.

Fábrica La Corona

 

Fábrica La Corona

 

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Fábrica La Corona

Fotos: Josefina Pichardo

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