Más de mil millones de botellas de vinos espumosos ha sumado la industria vinícola italiana en 2024. La cifra supone un récord histórico que la consolida como referente mundial.
El Observatorio del Vino de la Unión Italiana de Vinos (Uiv) y el Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (Ismea), han estimado un consumo superior a los 355 millones de estas botellas durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, lo que supone un aumento del 7% respecto al año pasado.
De ellas, 251 millones estarán destinadas al mercado internacional, representando un crecimiento del 9% respecto a 2023. Mientras, en el mercado local, el aumento será más moderado, con un consumo de 104 millones de botellas (+2%).
Por otro lado, el mercado de champagne enfrenta una caída significativa, con un descenso del 8% en ventas, alcanzando las 5,1 millones de botellas.
El auge del cóctel Spritz
La versatilidad de los vinos espumosos italianos ha sido clave en su expansión, especialmente gracias al auge de los cócteles como el Spritz. Según las proyecciones, en 2024 se elaborarán 2.800 millones de cócteles a base de espumosos italianos, principalmente Prosecco, líder indiscutible del mercado internacional y otras variedades Charmat. Este fenómeno supone la utilización de unas 340 millones de botellas exclusivamente para coctelería, fortaleciendo aún más las exportaciones.
Actualmente, el 80% de los espumosos italianos producidos corresponden a denominaciones de origen controlada (Doc) y controlada y garantizada (Docg), reflejando una apuesta por la calidad. Aunque hace dos décadas la producción de espumosos se limitaba mayoritariamente a regiones del norte de Italia, hoy abarca todo el territorio con 70 denominaciones de origen controlada y 17 de origen controlada y garantizada.