Europa. La Autoridad para la Seguridad Alimentaria (AESA) pidió a las industrias que sean más claras a la hora de incluir en los alimentos mensajes sobre sus ingredientes y sus ventajas para la salud, como "contiene..." o "es bueno para...".
Representantes de la organización se reunireron con las empresas para clarificar cuáles son los requisitos que deben cumplir los fabricantes que quieran poner en la etiqueta información sobre nutrientes o sus propiedades.
La AESA tiene que evaluar las solicitudes que están presentando las industrias en ese sentido, con el fin de transmitir un informe a la Comisión Europea (CE), quien a su vez publicará en 2010 una lista de los mensajes que podrán permitirse en los alimentos, asegura un despacho de la agencia de noticias Efe.
Hasta ahora, la AESA ha rechazado el 80 por ciento de las peticiones presentadas por las empresas.
El responsable del grupo de expertos sobre Nutrición de la AESA, Albert Flynn, explicó en rueda de prensa que las industrias no han justificado con datos suficientes la "evidencia científica" de los mensajes evaluados.
Por ahora, la AESA ha dado su opinión sobre 70 solicitudes, que aluden a expresiones de un alimento específicas sobre sus ventajas para la salud de los niños ó a su importancia para prevenir enfermedades.
Flynn ha citado que como ejemplo de mensajes con fundamento están aquellos que hacen referencia a que un producto ayuda a evitar el colesterol, una indicación habitual en los supermercados se puede ver desde hace años.
Por el contrario, la AESA considera que los mensajes alusivos a la conveniencia de tomar un alimento para perder ó controlar peso tienen mucha menos base.
Este organismo deberá aún pronunciarse sobre 4.000 expedientes acerca de etiquetados que tienen que ver con propiedades generales de un alimento, como "mejora la forma física" o la memoria y que ya están en el mercado.
Otra parte de la normativa afecta al contenido en un nutriente, como su porcentaje de azúcares o sales.
La AESA es un organismo científico y sólo emite recomendaciones pero si sus dictámenes son negativos, es muy difícil que la CE o que los países comunitarios permitan los mensajes.
Con estos debates, la UE trata de aplicar una reglamentación cuyo objetivo es evitar confundir al consumidor con indicaciones engañosas.