El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó una severa advertencia sobre los riesgos inflacionarios como consecuencia de la subida del precio de los alimentos, en países con elevados consumos y exceso de demanda.
En su informe anual sobre las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO por su sigla internacional), presentado en Washington, el organismo sostuvo que "los shocks de precios de los alimentos pueden tener efectos particularmente fuertes en las economías cuyos bancos centrales gozan de menos credibilidad y que experimentan presiones de exceso de demanda, lo cual justifica políticas de respuesta mas activas en estas economias".
El documento especificó que "los precios de las materias primas ejercen un efecto más fuerte en la inflacion de las economías donde los alimentos ocupan un porcentaje elevado de las canastas de consumo y la credibilidad de la política monetaria es baja, en particular, en una serie de economías emergentes y en desarrollo exhiben estas caracteristicas".
"Debido a las fluctuaciones de precios de las materias primas, puede resultar dificil alcanzar una meta fijada en terminos del nivel general de inflacion. Intentar hacerlo puede restarle credibilidad al banco central y desestabilizar las economias", puntualizó el organismo con sede en la capital de Estados Unidos.
Más adelante, el FMI puso de relieve que "en las economías en las cuales las presiones de demanda y la inflación se encuentran por encima de la meta fijada, es probable que un shock de precios de los alimentos produzca efectos de segunda ronda particularmente fuertes".
"Este hecho justifica una política de respuesta más activa que en otras economías, sin dejar de prestar atención a la evolución de la demanda externa. La pérdida de credibilidad ocasionada por un aumento de la inflación es más grave cuanto mayor es la diferencia inicial entre la inflación efectiva y la meta", manifestó.
El organismo añadió que "como los shocks de precios de las materias primas suelen ser difíciles de predecir y a menudo no son duraderos, los bancos centrales que desean establecer su credibilidad por lo general obtienen mejores resultados comunicando la política monetaria en términos de la inflación subyacente, y no del nivel general de inflación".
"Aunque una meta fijada en función del nivel general de inflación puede reducir la volatilidad de la inflación general, solo puede hacerlo a costas de una agudización significativa de la volatilidad de la actividad económica", destacó.
