La vida en Rosados

Creado: Dom, 10/05/2015 - 16:21
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Por: Ricardo Potts
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La vida en Rosados
Hoy los rosados se siguen elaborando de varias formas, desde los tradicionales a los nuevos, más bajos de color, al estilo “provenzal y californiano.” El mercado nacional es clave, ya que se considera que habrá en poco tiempo un aumento del consumo de rosados. La llegada del calor y el verano, les da, además, un plus de estacionalidad que les hace más apetecibles, por lo que es el momento idóneo para presentarlos.
Mar Moreno, de Caldouch Comunicación, organizadores del Salón, lo explica a Excelencias Gourmet. “Es el segundo año que presentamos el salón en Madrid, dedicado exclusivamente a los vinos rosados, que últimamente están cobrando cada vez más protagonismo. “
Es conocido el hecho de que España es un país donde el público suele preferir el vino tinto. Sin embargo, para Mar el gusto por el rosado sigue incrementándose, fundamentalmente porque se están haciendo cada vez con más calidad. Las bodegas están apostando por ellos –enfatiza – y el mercado se amplía, ya no sólo es el femenino u otros nichos determinados, sino también personas que en general les gusta un vino más suave, y los productores están viendo que hay mercado. Esta es la II edición del salón, hay más bodegas que el año pasado y los vinos son cada vez mejores.
Para Santos Ruiz Soria, director de Marketing de Bodegas Marqués de Cáceres, participante del Salón, esta segunda edición es muy interesante porque refleja un poco el panorama vinícola español y es un acierto que las bodegas que desean participar expongan cada año sus nuevas añadas.
El mundo del rosado se ha ido imponiendo poco a poco –añadió- aunque ciertamente España  es un país especializado en tintos. El rosado es quizá un producto muy francés, más en el estilo de los aromas, de la sensibilidad. Nuestra bodega, que justamente es fundada por españoles-franceses, fue pionera en sacar al público los rosados de la uva tempranillo, sin mezclar con uvas blancas. Por tanto, esa filosofía o forma de elaborar ha ido cuajado poco a poco en el público. También apostamos por él porque la juventud va pidiendo novedades, y las bodegas debemos estar a la vanguardia de las necesidades del público y sobre todo del joven.
Entre la juventud y el público en general –asegura Mar Moreno- está encontrando su lugar en las preferencias populares, su puesto en un maridaje con determinados platos y entonces ya no es tan raro pedir un rosado para tomar con pescado u otros platos en  un restaurante. El rosado –abundó- es un vino que apetece en épocas de verano y que pega muy bien para tapear o con una serie de platos el arroz, las paellas o quizá un pescado.
Cada ocasión tiene su vino, y según Santos Ruiz, el rosado es muy adecuado para los momentos alegres de verano,   que estás de vacaciones, o de fines de semana con una paella que te pide un vino fresquito o también cuando estás en esos lugares mágicos de este país que tiene grandes playas y reclaman tomar un rosado fresquito. Nuestro rosado Marqués de Cáceres, -afirma-, por ejemplo, se caracteriza por su versatilidad. La gastronomía mediterránea (paellas, pastas, pizza…), las barbacoas y las comidas en terraza (ensaladas) le convienen de maravilla, además de las carnes blancas, por supuesto pescados y platos especiados.
¿Sería entonces un vino más de primavera y verano que de otoño e invierno?
Yo diría – dice Santos Ruiz- que el otoño tiene también momentos donde algunas comidas como ensaladas, o buenas paellas, entonces el rosado no rompe en todo el curso del año, a veces se toman rosados y también blancos en otras estaciones, como aperitivo antes de ir a comer y estos vinos también se han convertido en una moda de “ir de rosados.” Entonces eso es una cultura que ha ido cuajando poco a poco y sobre todo en la juventud, porque también el vino tinto y el rosado son perfectamente un apéndice de celebraciones y de pasar ratos agradables.
En cuanto a los mercados exteriores, además del nacional, hay bodegas como Marqués de Cáceres exportan a 130 países, siendo marca renombrada y embajadora del vino español en el mundo, y con ellos, también los rosados salen, o más bien retornan con mayor protagonismo a la palestra internacional.
En cuanto al beneficio o promoción que ofrecen los salones monotemáticos de este tipo en pro de la cultura del vino entre público y profesionales, Mar Moreno está segura: “Creo que la receta es muy válida, pues en un mismo día en una ciudad hacemos este tipo de salones, lo hemos hecho en todas partes de España y seguiremos extendiéndolos.”
Para las bodegas, -puntualizó- es la oportunidad de presentar sus vinos en una sola jornada a un abanico de mucha gente, en cada ciudad invitamos al sector profesional, comercialización, distribución, hostelería, hoteles, pero también al público final a través de asociaciones vinícolas, clubes de cata, clubes de vino, es decir gente interesada por el mundo del vino y en catar y conocer los nuevos. La bodega puede así contar con mucha asistencia, hacer relaciones públicas, mostrar su marca y dar a conocer más y mejor sus vinos.
Siguiendo las pautas internacionales –puntualizó-, asistimos a la aparición de nuevas y muy interesantes elaboraciones de excelentes rosados; así que pensamos que es el mejor momento para un foro en el que los mejores vinos rosados sean los únicos protagonistas y un punto de encuentro con los colectivos profesionales que intervienen de manera decisiva en la cadena de valor del producto.
De esta forma –concluyó – al presentar los grandes vinos rosados en conjunto, con sus diferentes variedades y zonas climáticas, tenemos una idea global de su enorme potencial en nuestro país. La fecha escogida es en plena primavera, cuando estos vinos están en absoluta forma, y ya se adivina el mejor momento para disfrutar de ellos.
En resumen, el vino rosado no es un producto de baja calidad y no está hecho para personas que no saben de vinos. Se trata de una bebida fresca y ligera elaborada para consumirse sobre todo en las épocas estivales y que vive ahora un claro momento de auge. En Francia, por ejemplo, se han puesto de moda los rosados provenzales – más pálidos aún que los habituales-, y los que se están haciendo en California.
El rosado encaja perfectamente en la dinámica de vida que llevamos hoy en día y va ganando adeptos.  Según expertos, la gente empieza a demandar vinos ligeros, fáciles de beber, afrutados, de los que se pueda disfrutar sin complicaciones, vinos que den sensaciones rápidas y agradables.
Además, el rosado es uno de los productos que pueden ayudar a la recuperación del sector en España,  donde en general ha bajado el consumo per cápita, mientras en otros países aumenta o se mantiene.  Para muchos en el sector, a través de los rosados, que son vinos más fáciles, podría cambiarse esta situación.
Parafraseando a la canción que inmortalizó la gran Edith Piaff,  “La vida también puede ser en rosados”, y en resumen una gran parte del futuro inmediato del vino puede escribirse con rosa.

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